La obra crítica de la doctora Graziella Pogolotti es proyección
al presente, en ningún modo letra muerta, dijo en la ciudad de
Matanzas Omar Valiño, director de la revista Tablas, durante un
homenaje a la escritora cubana.
"Los libros para Graziella constituyen el valor de su
participación dentro de la cultura" agregó el especialista, y elogió
los más de 40 años de ejercicio de la crítica de arte, docencia y
entrega profesional de la Premio Nacional de Literatura.
La presentación de tres de sus títulos, Las polémicas culturales
de los 60, Experiencia de la crítica y El ojo de Alejo, fue pretexto
para que los matanceros agasajaran a la Pogolotti, entre ellos la
poeta Carilda Oliver Labra, Premio Nacional de Literatura.
A esta figura de la intelectualidad cubana, junto a Antón Arrufat,
está dedicada la XVII Feria Internacional del Libro, la cual en la
provincia de Matanzas alcanza a cuatro ciudades y ya vendieron más
de 470 mil ejemplares.
Graziela Pogolotti, nacida en París hace 76 años, emocionada ante
el auditorio, llamó a Matanzas ciudad mítica y agradeció las
muestras de cariño y respeto ofrecidas por organismos e
instituciones culturales del territorio.
La doctora se considera "alguien que ha ido andando y dejado
testimonio de ello" y expresó que pretende recopilar ciertas reseñas
dispersas que pudieran llamarse Las huellas de Pulgarcita, porque
como el personaje del cuento infantil dejó marcas en el camino.
"Nada me parece más patético como andar por la vida sin haberle
tomado el tiempo a las circunstancias en que una ha vivido" acotó la
intelectual.