El canciller Serguei Lavrov
ratificó hoy el firme respaldo de Rusia a los reclamos de Serbia
para restituir su integridad territorial y la soberanía del país,
quebrantadas tras proclamarse la independencia de Kosovo.
Resulta inadmisible que por primera vez en toda la historia de la
postguerra un Estado miembro de Naciones Unidas sea desmembrado y
ocurre en detrimento de los principios y fundamentos adoptados en la
solución de conflictos internacionales, sentenció Lavrov.
El diplomático declaró en una entrevista a la televisión que
Rusia insistió en que debían estimularse las negociaciones entre las
partes implicadas en el contencioso.
Lavrov dijo desconocer los motivos reales de Estados Unidos y de
algunos países europeos que desde un inicio alentaron la
independencia de Kosovo como la única solución del conflicto, lo
cual es hoy un factor innegable de tensiones, aseguró.
El jefe de la diplomacia rusa advirtió que este hecho puede
desatar una mayor escalada de conflictividad en Europa.
La Cancillería devolvió las diatribas lanzadas por Washington
respecto a la posición de Moscú sobre Kosovo al calificar de cínica
la línea seguida por Estados Unidos en la búsqueda de una solución
aceptable en dicho diferendo.
Acaso no es un abierto cinismo la ayuda a los albano-kosovares en
detrimento al derecho de la integridad política y la indiferencia
respecto al destino de miles de serbios, quienes son forzados
prácticamente a un ghetto en pleno siglo XXI, subraya una nota.
Rusia deplora con el mismo epíteto el hecho de humillar al pueblo
serbio prometiéndole un futuro en la OTAN como perspectiva a cambio
de admitir un desmembramiento de Serbia.
El ministerio ruso de Exteriores pregunta finalmente si es moral
la tesis estadounidense sobre la particularidad del caso kosovar,
privando del derecho legítimo de los estados.