.— Los presidentes de
Argentina, Brasil y Bolivia iniciaron este sáabdo una reunión cumbre
sobre la cual hay enormes expectativas para la búsqueda de
soluciones a cuestiones energéticas que incumben a los tres países.
Cristina Fernández recibió en la residencia presidencial de
Olivos a primera hora a su par brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva,
quien inició ayer una visita oficial, e iniciaron una charla en
espera de la llegada de Evo Morales, a quien dieron la bienvenida en
el patio de la casona.
El tema central del encuentro, a juzgar por todos los
trascendidos, es la entrega de gas natural boliviano a sus dos
vecinos y las dificultades que el país andino afronta para cumplir
sus compromisos, debido a obras de ampliación de la infraestructura
y otros inconvenientes.
El principal problema son los envíos a Argentina, que pasaron de
poco más de dos millones de metros cúbicos diarios históricos a más
de siete millones en consonancia con los nuevos contratos, lo cual
Bolivia no ha podido cumplir.
El presidente Evo Morales ha sugerido un abordamiento solidario
del problema y propone que parte del combustible de los nuevos
convenios con Brasil se pasen a Argentina durante el próximo
invierno austral para paliar el incremento de la demanda energética
usual en esa época del año.
Brasil ha dicho públicamente que no puede, a priori, ceder el gas
comprado a Bolivia (entre 27 y 29 millones de metros cúbicos
diarios), pero eso no significa que no quiera ayudar a Argentina, lo
cual fue interpretado como disposición a un diálogo fructífero hoy.
Los ministros de Planificación Federal de Argentina y de
Hidrocarburos de Bolivia, Julio de Vido y Carlos Villegas,
concordaron en una reunión posibles estrategias conjuntas para esta
reunión de los tres mandatarios.
Los 17 acuerdos trascendentales suscritos ayer por Lula da Silva
y Cristina Fernández y el contenido de la Declaración Conjunta son
premisas para un acuerdo aceptable para las tres partes en la quinta
de Olivos.