Laura quiere ser tenista, pero…

¿Cuál es la vía para ingresar al sistema de enseñanza deportiva y cómo mantenerse en él?

ALFONSO NACIANCENO
alfonso.gng@granma.cip.cu

Foto:Ricardo lópez hevia ¡Aunque lo juega casi a diario, yo no sé si Laura dará la talla en el tenis!, dudaba aquel padre, ansioso porque alguien le ofreciera una opinión que le permitiera trocar su incertidumbre en certeza.

El proceso de ingreso a las diferentes escuelas del sistema de enseñanza deportiva del país es el momento más importante en el largo camino a recorrer por un atleta en pos de la excelencia, por ello es preciso elevar la calidad de la matrícula.

A partir de algunas preocupaciones expresadas por los padres de muchachos que desean entrar a las Escuelas de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE), conversamos con René Pérez, director de alto rendimiento del INDER.

—¿Cuál es la vía para ingresar al sistema de enseñanza deportiva?

La escuela comunitaria es la célula básica del alto rendimiento. El profesor de Educación Física debe aplicar las pruebas de eficiencia, de acuerdo con las diferentes edades, y quienes se destaquen han de pasar a áreas deportivas, escalón inicial en la selección de talentos. Ahí deben participar en distintas competencias para desarrollar capacidades generales antes de entrar a la EIDE, adonde deben llegar aprobados por una comisión de ingreso que la encabeza el director del centro, nunca gracias a una decisión personal.

—¿Y si a un niño no le hacen las pruebas de aptitud?

Es obligatorio realizarles a todos los alumnos las pruebas, como única forma de saber quiénes poseen condiciones. Si ese requisito no se cumpliera con alguno, sus padres están en el derecho de, en primer lugar, dirigirse al profesor de Educación Física para averiguar qué sucedió. También pueden ir a la Dirección municipal de Deportes y solicitar que un técnico lo evalúe, o acudir a la EIDE y ver a su director, quien como máxima autoridad de la comisión de ingreso tiene la potestad de indicarle a un entrenador que le realice el examen. Estos pasos han de darse hasta el mes de mayo, cuando cierra el proceso de análisis de quiénes serán las posibles bajas, los continuantes y los nuevos ingresos.

—Se ha criticado que a las EIDE han entrado muchachos sin perspectivas...

Es cierto, aunque después de un recorrido que efectuara la dirección del INDER por el país se inició un análisis para exigir una mayor calidad en los ingresos. Hoy ha disminuido de manera considerable la cantidad de atletas sin perspectivas y el objetivo final es reducir esa cifra a cero, de manera que solo entren y se mantengan los que posean talento.

—¿Por cuánto tiempo es válida la matrícula en los distintos niveles de los centros del alto rendimiento?

La matrícula es por un curso escolar en las 17 EIDE y las 14 ESPA existentes, también en el Cerro Pelado y la Giraldo Córdova Cardín, en estas dos últimas se hallan las principales figuras juveniles y mayores. Entre abril y mayo se determina, por su rendimiento integral, la permanencia del estudiante teniendo en cuenta los aspectos docente, deportivo, médico, social, y su formación político-ideológica. Si concluida esa valoración alguien causara baja, es nuestra obligación garantizarle la continuidad de sus estudios.

—Después de practicar una disciplina durante uno o más cursos, ¿es posible cambiar para otra?

Sí, como no. Por ejemplo, Alberto Juantorena inicialmente era baloncestista, y Félix Savón estuvo en remo. El cambio es posible, sin esperar a que concluya el curso, siempre y cuando el alumno reúna las condiciones, porque ya ha adquirido una formación general y esa experiencia no debe desestimarse.

—¿Qué cantidad de años se necesita para formar a un atleta?

Hace falta alrededor de un decenio. La edad promedio de los que competirán en los Juegos de Beijing está en el entorno de 24-25 años. Ya trabajamos con los que nos representarán en los próximos tres ciclos olímpicos, esos hoy tienen 12-13, y quienes tomarán las banderas más adelante ahora se encuentran en el rango de 5 y 9. Nuestra población tiende a envejecer y ha bajado el índice de natalidad. En Cuba hay, aproximadamente, 750 000 niños de 10 a 14 años y otros 650 000 entre 5-9, a todos ellos debemos evaluarlos pues en estos grupos están los talentos. En esa labor tendremos éxito si aplicamos con rigurosidad los principios de la selección, la única vía para evitar errores, y así captar para el sistema de enseñanza deportiva solo a quienes cumplan con las exigencias.

 

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