Con la introducción de un equipo de Electrofisiología en el Centro
de Retinosis Pigmentaria de Sancti Spíritus, decenas de espirituanos
se han realizado en los últimos meses diversas pruebas diagnósticas.
Según reporta el periódico Escambray en su versión digital, los
electrorretinogramas, principal examen para confirmar la retinosis
pigmentaria, y los potenciales evocados visuales, para detectar la
reacción del nervio óptico ante un estímulo luminoso, son algunas de
las técnicas que se realizan con el nuevo aditamento.
Desde su fundación en 1997 la institución atiende a los más de 230
espirituanos aquejados de esa enfermedad a los cuales se les aplican
tratamientos rehabilitadores con ozonoterapia y magnetoterapia.
El rotativo de este territorio central refiere además que entre las
premisas del centro figuran el asesoramiento genético sobre la
descendencia en pacientes y familiares con retinosis pigmentaria y las
cirugías revitalizadoras para mejorar su calidad de vida.
Casi la totalidad de sus 25 trabajadores han laborado como parte de
la Misión Milagro y atienden también a los niños con discapacidad
visual de Sancti Spíritus que recibieron los implantes cocleares y a
aquellos que padecen sordo-ceguera.
La retinosis pigmentaria está considerada por los especialistas
como una enfermedad ocular degenerativa y hereditaria que produce una
grave disminución de la capacidad visual, y que en algunos casos
conduce a la ceguera.
Entre los síntomas más frecuentes destacan la ceguera nocturna que
se traduce en deficiente adaptación a la oscuridad o a lugares poco
iluminados, campo de visión limitado y molestias ante excesiva
luminosidad