Central Melanio Hernández
La solución no vino de afuera
El actual líder de la zafra enfrentó graves
problemas industriales y de ineficiencia en el 2007 que obligaron al
Ministerio del Azúcar a dar por terminada la molienda de ese central.
Los protagonistas explican cómo salieron de la crisis
Juan Varela
Pérez
juan.pvp@granma.cip.cu
El revés del central Melanio Hernández en la pasada zafra fue tan
demoledor y dejó tantos sinsabores, que no pocos especialistas le
pronosticaron una lenta y tardía recuperación.
En
esta zafra la planta moledora dejó de ser un problema y responde con
eficaz operación la calidad de las reparaciones.
La decisión del Ministerio del Azúcar —tomada solo en casos
extremos— de dar por terminadas las operaciones ante el pobre
desempeño de la industria y el elevado costo de cada tonelada de
crudo, dejó a Sancti Spíritus, ese año, sin opción cumplidora.
La noticia, dada a conocer la noche del 18 de marzo del 2007, según
los testimonios, conmocionó a los trabajadores, vecinos del batey y a
la provincia. Aquella reacción se justifica: el Melanio Hernández,
dirigido actualmente por la ingeniera María del Carmen León, ha sido
familiar en la nómina de los cumplidores.
Por eso hubo no pocas sorpresas al verlo hoy como central líder del
país: un envidiable enero, ratifica posiciones en febrero e incrementa
valores en los principales índices de la eficiencia.
¿Como reaccionó el colectivo para salir de la crisis? ¿Fueron
necesarias nuevas inversiones o el apoyo de fuerzas externas?
HABLAN LOS PROTAGONISTAS
Nadie mejor para responder tales interrogantes que testigos de
aquel revés y actuales protagonistas de la mejoría que devuelve al
Melanio Hernández a los primeros planos.
Miguel Molés Reyes, mecánico manipulador de caña: Lo esencial
era admitir nuestra responsabilidad, sin apelar a ninguna
justificación, evaluar el comportamiento de cada área y profundizar en
lo que se hizo mal.
La conclusión primaria despejó dudas: las reparaciones fueron de
baja calidad y el ingenio inició la zafra sin apenas probarse. El
cuello de botella grave se localizó en el tándem, por sus continuadas
roturas, deficiente operación y exceso de tiempo perdido.
Evelio Meléndrez Rodríguez, jefe de mantenimiento: Al no
hacerse el ultrasonido en el periodo preparatorio, quedó oculta una
fisura en el eje del tren de engrane. Esto causó frecuentes problemas
en la planta moledora. Nada justifica iniciar la zafra
atropelladamente. Ese supuesto adelanto, luego se convierte en atraso.
Las improvisaciones salen caras.
Alberto González Venega, jefe de laboratorio: Si el ingenio no
está realmente listo, todo sale mal. Incluso puede recibir materia
prima de calidad, pero perderá mucha azúcar en el proceso. Los
indicadores tienden a desvirtuarse cuando es inestable la molienda.
César Marín Estrada, de la dirección de cosecha y transporte:
No fue fácil eliminar la imagen de la campaña anterior. Algunos no
confiaron en la pronta recuperación y pasaron a otros centros. La gran
mayoría afrontó la situación con firmeza. El área de producción
energética se miró por dentro; ahora aprovecha más la caña.
Miguel Moles Reyes: Hicimos el examen en el área del tándem con
rigor y profundidad. El sistema industrial realizó varias pruebas, y
un mes antes de la fecha de comienzo se declaró listo el ingenio.
Hoy esa área se mantiene sin tiempo perdido. La solución estaba
aquí mismo. No hizo falta nueva inversión ni fuerzas externas. Bastó
apelar a la inteligencia, ser más exigentes en las reparaciones y ya
en zafra elevar los controles.
Francisco Laffita Turró, subdirector de producción: A estos
logros parciales contribuye el que las tres brigadas que hoy hacen
zafra en la industria la integren trabajadores de experiencia.
Rodolfo Pérez Antery, secretario de un núcleo del Partido:
Realizamos un análisis individual y colectivo, muy autocrítico, para
encontrar causas organizativas y técnicas y sus soluciones. Los
núcleos del Partido y los grupos de trabajo por turno encabezaron este
movimiento que tuvo el respaldo de los trabajadores. En lo energético,
nos autoabastecemos, entregamos el sobrante a la red nacional y
suministramos el vapor que la destilería demanda.
DESTERRAR LA INEFICIENCIA
Los entrevistados — incluidos los que no aparecen en este trabajo—
expresaron a Granma que lo sucedido al central constituyó una
amarga pero provechosa alerta: quedó claro que las cosas no marchaban
tan bien como creían. Reconocen que la alegría del cumplimiento tiende
a opacar grietas y puntos débiles y no hay lugar para el examen
crítico.
El colectivo está empeñado en desterrar la ineficiencia.
Conseguirlo exigirá cuidar cada indicador, ganarle días al calendario
y terminar como empezaron. Lograrlo exige estabilidad en la molienda y
mejorar la composición en el abasto de materia prima. Será posible si
fortalecen el tiro de caña en horas tempranas del día (hasta las
once), y en la noche a partir de las siete, horario en que solo se
mueve el 27% de la materia prima.
Si las 38 combinadas se mantienen en alta y aseguran el 80% de la
tarea diaria, ahora que no existen vinculaciones lejanas, el Melanio
Hernández podrá tener un final feliz y dejar como experiencia que
buena parte de las soluciones, a veces todas, están en casa y no las
aplicamos.
¿Cómo se comportan los principales indicadores?+
El Melanio Hernández trabaja con norma potencial de 4 600 toneladas
diarias (400 000 arrobas), que aprovecha al 73%. Hasta el 10 de
febrero tenía 1 883 toneladas de azúcar sobre el plan, de ellas 1 430
ganadas por el rendimiento industrial de 11,58 (muy superior al plan
de 9,99). Ahorra por ese concepto 13 000 toneladas de caña. El
estimado agrícola se comporta favorable para la época: al 115%. La
calidad de sus crudos ha sido elogiada por los exportadores. El
compromiso es mantener bajo el tiempo perdido, estimular el
cumplimiento de la tarea diaria, fortalecer el tiro de caña, tener al
cierre de febrero el 60% de las 30 568 toneladas en plan, y terminar
en la primera quincena de abril con un extra. |