.— Bombardeos contra localidades
en la convulsa provincia sudanesa de Darfur obligaron hoy al Alto
Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) a suspender la
recepción de personas que huyen hacia el vecino territorio de Chad.
La ACNUR había trasladado un equipo de trabajo a la zona de Birak,
en la frontera de Chad con Darfur, para atender a los centenares de
personas que llegan a diario procedentes de ese grave escenario de
violencia.
Pero los bombardeos registrados anoche y esta mañana contra varias
aldeas en el occidente de Darfur han obligado a la ACNUR ha retirar a
su personal de Birak hacia zonas más seguras.
Según un reporte que cita a la portavoz de la ACNUR en Ginebra,
Jennifer Pagonis, trabajadores humanitarios de la ONU han confirmado
que aviones del ejército de Sudán bombardearon anoche varias aldeas
próximas al campamento de desplazados de Abu Sharow.
Versiones sin confirmar indican que ese campamento también ha sido
blanco de los bombardeos, dirigidos contra áreas controladas por
fuerzas del movimiento rebelde que enfrenta al gobierno sudanés desde
hace cinco años.
Pagonis dijo que la ACNUR mantiene conversaciones con las
autoridades de Chad ante la necesidad de trasladar urgentemente a los
refugiados hacia lugares lejos de la frontera con Darfur a fin de
preservar su seguridad.
Funcionarios de la ONU no descartan la posibilidad de que estos
bombardeos contra el occidente de Darfur acompañado de acciones en
tierra a cargo de las milicias árabes Janjaweed aliadas a Jartum,
desaten otra nueva ola de violencia.
Especialistas en esta sede están evaluando el impacto negativo de
esta nueva situación en las gestiones de la ONU y la Unión Africana (UA)
para lograr un arreglo negociado entre el gobierno de Sudán y el
movimiento rebelde de Darfur.