.— La corte suprema de justicia
rechazó hoy una querella presentada contra un programa de espionaje
ordenado por el presidente George W. Bush, y cuestionado por numerosos
sectores quienes opinan que viola la constitución.
Al justificar su fallo, el máximo órgano de justicia del país
comentó que los demandantes no pudieron demostrar que sus
comunicaciones habían sido supervisadas.
El pasado año el noveno circuito de la Corte de Apelaciones rechazó
un recurso similar presentado por una organización de caridad
islámica.
La decisión coincide con la presión de Bush sobre la bancada
demócrata en la Cámara de Representantes que se resiste a aprobar una
polémica ley que autoriza a escuchar llamadas telefónicas sin orden
judicial.
El viernes y el sábado últimos el mandatario insistió en la
necesidad de sancionar esa iniciativa, porque -en su opinión- es vital
para enfrentar el terrorismo.
Pero el senador demócrata Sheldon Whitehouse rechazó las
acusaciones del gobernante a quien acusa de crear falsos miedos en la
ciudadanía y generar una confrontación artificial para impulsar su
proyecto.
La nueva propuesta de la Casa Blanca ya fue aprobada por el Senado,
e incluye otorgar inmunidad para las empresas de telecomunicaciones
que interceptan las llamadas telefónicas y correos electrónicos de los
norteamericanos por mandato oficial.
La normativa concede a esas firmas protección retroactiva, lo cual
impide que avancen unas 40 demandas abiertas de ciudadanos y
organizaciones no gubernamentales.
Pero la propuesta del Ejecutivo no encuentra eco entre muchos
demócratas, quienes acusan a la administración republicana de usar el
miedo a actos terroristas para violar los derechos constitucionales.