El vulcanólogo Ramón, del Observatorio de Guadalupe, ubicado a pocos kilómetros del coloso, de cinco mil 29 metros de altura, señaló que desde el cráter sale flujo piroplástico, el cual llega hasta la quebrada de Bilbao.

Puntualizó que al momento la actividad del Tungurahua disminuyó y debido a la intensa neblina no se puede observar la cima de la montaña.

Sin embargo, se mantiene una gran columna de polvo y humo que alcanza los tres kilómetros de altura, agregó.

Medios de prensa nacionales señalaron asimismo que continúa la expulsión de rocas incandescentes, cascajos, ceniza y gas.

El polvo volcánico afecta los poblados de de Cosua, Bilbao y el cantón Cero, este último ubicado en la provincia de Tungurahua, mientras las hidroeléctricas Agoyan y San Francisco, ubicadas en la zona, suspendieron sus operaciones.

Se trata de evitar que la ceniza del volcán dañe alguna de las máquinas, dijo un vocero de la Agoyan, quien llamó a la ciudadanía adoptar medidas para evitar cortes en el fluido eléctrico.

En este contexto, efectivos de las Fuerzas Armadas se encargaron la víspera de evacuar a unas mil personas de siete poblados situados en las faldas del Tungurahua, y fueron distribuidas en siete albergues.