GUANTÁNAMO
— Un alerta sobre las probabilidades de incendios forestales, cuyo
periodo de mayor incidencia comienza el primero de febrero, lanzaron
los especialistas en protección de los bosques en los debates sobre
los fuegos ocurridos en estas áreas durante el 2007.
Las lluvias prolongadas del pasado año, alertan los expertos,
originaron la acumulación, en las áreas boscosas, de una gran masa
de hierba y otros materiales combustibles que pueden generar fuegos
de gran magnitud en el periodo seco.
Esa situación obliga a todos los responsables de patrimonio
forestal (los Ministerios de la Agricultura, del Azúcar y de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y la Unidad territorial para la
Protección de la Flora y la Fauna, entre otros); al Cuerpo de
Guardabosques, a los Gobiernos municipales y a toda la población a
extremar las medidas para evitar las deflagraciones en la floresta.
En Guantánamo (segunda provincia más boscosa del país, luego de
Pinar del Río, y primera en reservas de madera dura y preciosa)
gracias a la labor de prevención solo ocurrieron un incendio
forestal y 18 no forestales durante el pasado año, respecto a cuatro
y 92, respectivamente, en el año 2006.
Entre las medidas puestas en práctica por los guantanameros para
evitarlos están la capacitación de especialistas y activistas
forestales, la realización de plenarias sobre esta materia en cada
uno de los municipios, y el chequeo riguroso de los planes de
prevención y divulgación de los diferentes organismos y entidades.
La reducción significativa de los fuegos ha estado determinada,
sobre todo, por la creciente cultura de las comunidades rurales de
las medidas a observar para evitar esos hechos.