Tras estrechar la mano de su rival, el nutrido público presente
en el Salón Eco tributó un cerrado aplauso al ídolo local y lo
felicitó por el éxito, considerado por él como el más importante de
su carrera deportiva.
A pesar de la emoción que lo embargaba, Yuniesky tuvo palabras de
elogio para su oponente, quien le hizo esforzarse al máximo en ambos
cotejos. El nuevo monarca reconoció que fue una partida bien
complicada, con interesantes jugadas tácticas, decidida a la altura
de la movida 56, cuando logró inmovilizarle el caballo a Lelys, tras
la cual no le quedó más opción que rendirse.
Dedicó el triunfo a su familia, al público villaclareño que en
todo momento lo apoyó, y al Che, inspirador del ajedrez en Cuba. Con
este éxito el GM local obtiene de manera directa un boleto a la
Olimpiada de Alemania.
Las palmas también para el novel jugador de la región oriental,
quien jugó sin complejos ante rivales que lo aventajaban en ELO y
experiencia, a la mayoría de los cuales dejó en el camino,
incluyendo al mismísimo Lázaro Bruzón, segundo del ranking de Cuba y
hasta entonces campeón nacional.