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El proceso de cambios venezolano que el presidente Hugo Chávez define
como "Revolución Bolivariana" (de Simón Bolívar) es también martiana"
(de José Martí) como referencia histórica y conceptual, en opinión de
estudiosos.
Más que conmemoración del aniversario 155 del nacimiento del
patriota cubano, ocho días después del aniversario 127 de su llegada a
Caracas, el pasado 28 de enero marcó una confluencia del pensamiento
de los dos patriotas y su visión de una sola América.
A la vista del busto de Martí, a poca distancia de la estatua de El
Libertador, María León, presidenta del Instituto Nacional de la Mujer
de Venezuela, conversó con Prensa Latina sobre la actualidad de la
filosofía y herencia de los dos americanos.
"Me siento ante Martí feliz en este momento, porque su sueño era
Nuestra América, como él la llamaba, unida, y si antes veníamos a esta
plaza cada 28 de enero a inspirarnos para empujar ese sueño, ahora
venimos para construir día tras día su realización".
Para León no sólo en Venezuela se hace real la premonición de
Martí: "Cuando se levante el indio se levantará la América". Esta
América, asegura, stá levantada definitivamente hacia su segunda
independencia y un símbolo de ello es la presencia de Evo Morales como
presidente de Bolivia.
En su opinión, el momento histórico que estamos viviendo es "la
lucha por nuestra segunda independencia".
La revolucionaria venezolana ubica el inicio de ese proceso el día
en que el presidente Chávez, en la Cumbre de Québec (2001), alzó su
voz -aun cuando era el único mandatario que en ese momento lo hacía-
contra el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
"Es decir rompió el temor, el miedo, el seguidismo, conformismo y
abrió la perspectiva para las victorias que posteriormente hemos
obtenido. Para mí es la hora de la patria, y no solo Venezuela sino
toda América Latina y el Caribe", opina.
En opinión de León, existe un paralelo entre ese abril de 2001 en
Québec con el 19 de abril de 1810 en Caracas, "cuando se atrevieron
los venezolanos vencer el conformismo, la sumisión al imperio español
y crearon su gobierno propio.
Inmediatamente -y por eso dice nuestro himno: "Seguid el ejemplo
que Caracas dio"-, todas las capitales del continente hicieron lo
propio: declararon su gobierno autónomo, recuerda.
Para León ahora sucede lo mismo, luego que el presidente venezolano
alzó su voz en la cumbre para negar el ALCA, los mandatarios se fueron
incorporando uno tras otro.
Al mismo tiempo, la dirigente femenina venezolana diferencia el
proceso actual de los cambios usuales de gobierno o de alguna
coincidencia circunstancial de líderes.
"Hay quienes ven la sucesión de presidentes como si fuera lo mismo
que ha pasado estos 200 años atrás de sumisión. No, aquí no se están
sucediendo presidentes, aquí se están levantando los líderes de la
segunda independencia, inspirados por Chávez".
Es una figura que ha tenido valor y visión -por supuesto como
alumno de Fidel (Castro)- porque todo lo que hacemos en este momento
en Nuestra América ha tenido ese soporte de la Revolución Cubana,
expresó León.
"Así veo el momento, así veo a Martí. Estamos cumpliendo su sueño,
estamos andando el camino bolivariano que nos señaló".
Coincidentemente Sergio Briceño, presidente de la Casa Nuestra
América "José Martí" de Caracas, estima que en Venezuela hay en
realidad una "revolución bolivariana y martiana", sin cambiar el
contenido ideológico inicial del proceso liderado por Chávez.
Según su criterio, "son fundamentales los conceptos revolucionarios
creados por Martí para la comprensión del nuevo proceso emancipador de
Nuestra América".
Los martianos, expresa, podemos verificar que en la revolución
venezolana son reconocibles muchas ideas revolucionarias de Martí,
hasta el punto que odría sostenerse que su líder máximo es bolivariano
y martiano como también el proceso transformador.
Martí, indica, tiene el mérito de haber fundado el primer partido
revolucionario en Nuestra América y Chávez está edificando el partido
revolucionario más grande de América Latina y el Caribe, con
propósitos igualmente antiimperialistas, democráticos y profundamente
americanistas.
Briceño estima que los principios martianos y de la Revolución
Bolivariana coinciden en la concepción del mundo, la vida y los
postulados de la educación, se plantean la idea integracionista de
Nuestra América y tienen firmes ideas anti-capitalistas y anti-imperialistas.
La revolución venezolana, bolivariana y martiana -dice Briceño- es
la concreción en América Latina, fuera de Cuba, de la síntesis del
pensamiento martiano con un gran movimiento democrático, socialista.
Para León, en tanto, "tal como quería José Martí que fueran
nuestras niñas y niños, capaces de hablar de la luz del sol ante que
de las manchas, nosotras queremos que nuestras hermanas y hermanos de
Venezuela y de todo el mundo hablen de la luz de la Revolución
Bolivariana y nos ayuden a superar los obstáculos y a borrar las
manchas".