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Los representantes de las naciones que integran la Alternativa
Bolivariana para las Américas (ALBA) alertaron este sábado sobre la
compleja situación en la economía estadounidense, donde se aprecian
señales de recesión.
En la cita, que sesionó en esta capital, estuvieron presentes los
mandatarios de Nicaragua, Daniel Ortega, de Bolivia, Evo Morales, y
de Venezuela, Hugo Chávez, así como el vicepresidente cubano Carlos
Lage.
La relación de asistentes contó además con los primeros ministros
de Dominica, Roosevelt Skerrit, San Vicente y las Granadinas, Ralph
Gonsalves, y de Antigua y Barbuda, Baldwin Spencer.
En la Declaración Política de la sexta cumbre del organismo, los
participantes de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua analizaron las
principales tendencias que dominan el escenario mundial y en
especial el Caribe.
En ese sentido coincidieron en la existencia de importantísimos
indicadores que muestran el agravamiento de la economía
norteamericana, lo cual se refleja en el desplome de las bolsas de
valores y el estancamiento en el sector inmobiliario.
Por ello, tomando en cuenta los factores de crisis y el
debilitamiento del gobierno, surge un peligroso cuadro de
desesperación en la administración del presidente George W. Bush.
Los participantes en la cumbre coincidieron en que el ejecutivo
estadounidense asumirá en los próximos meses una actitud cada vez
más peligrosa para la paz.
De ahí que la cumbre alertó al mundo acerca del empeño
guerrerista del imperialismo norteamericano.
Esa coyuntura refuerza el deseo de avanzar, pues el ALBA es el
camino y no habrá fuerza capaz de detenerlo.
En la clausura de la cita, Chávez entregó certificados a alumnos
procedentes de 13 naciones que cursan estudios en la Escuela
Latinoamericana de Medicina (ELAM).
Forman parte del programa internacional de becarios en Venezuela,
el cual ofrece opciones de estudio a jóvenes de países del Sur.