José Martí es actualmente una bandera de combate, afirmó su biógrafo
mexicano Alfonso Herrera Franyutti.
Herrera Franyutti concedió una entrevista a Prensa Latina en
vísperas de su partida hacia La Habana, donde participará en la
Segunda Conferencia Internacional sobre el Equilibrio del Mundo.
La sorpresa es que su profesión es médico cirujano, ya retirado,
pero posee abundante actividad como redactor de artículos sobre el
prócer cubano y autor del libro Martí en México, con dos ediciones.
Una nueva edición de su libro, acogida por el Senado mexicano, será
presentada en Cuba en el marco de la celebración de la Conferencia,
algo que informó con satisfacción.
Relató su primer encuentro con Martí al viajar a Cuba, en el año
1962, donde un intelectual mexicano amigo le entregó un libro sobre el
patriota cubano y pudo recorrer el país encontrando a cada paso la
vinculación del pueblo con su historia y pensamiento.
Fue así que escribí mi primer artículo para un boletín que editaba
entonces la embajada de Cuba en México, pero la encargada de esa
publicación me sugirió lo ampliara y avanzando en ese sentido llegué a
la terminación del libro, añadió
La obra de Herrera Franyutti analiza a José Martí y su proyección
política, filosófica y humana a partir de su estancia en México y de
lo que considera significo para él.
Yo empecé a escribir enamorado de lo que Martí decía sobre México,
de sus cartas a Manuel Mercado, de su poesía, pero pude avizorar un
poco al Martí antiimperialista, aunque ese aspecto alcanzó después una
mayor profundidad en la ultima etapa de su vida, resaltó.
Rememoró que la primera edición de su libro, enriquecida con más de
30 artículos escritos sobre Martí, fue entregada al presidente cubano,
Fidel Castro, durante una visita que hiciera a México, y también
recibió los elogios del destacado intelectual Cintio Vitier.
Se negó a decir lo que más le interesaba en la obra y vida martiana
porque considera que el patriota cubano es una unidad, un hombre de
América, descubridor de la potencialidad del hombre americano.
Su estadía en Estados Unidos le permitió ver los peligros que ese
sistema contenía, advirtió a México ya en 1876 sobre ello y lo
ratificó en su ltima carta a Mercado, concluyó.