En medios locales causa preocupación la trayectoria de Callahan, quien sirvió en la década de los 80 como secretario de la embajada norteamericana en Honduras, cuando estaba en pleno apogeo la agresión contra Nicaragua auspiciada por Washington.

Entonces esa legación era dirigida por John D. Negroponte, quien en su carrera ocupó cargos diplomáticos también en México, Iraq y fungió como director nacional de los servicios de espionaje norteamericanos.

Callahan, graduado de la Universidad George Washington, sirvió como jefe de prensa de Negroponte en Bagdad de junio de 2005 a mayo de 2006.

Al referirse al caso, El Nuevo Diario señala: "un halcón el nuevo titular de la embajada norteamericana".

El diputado Enrique Sáenz exigió respeto a la autodeterminación y la soberanía del país.

Mientras el diputado de la oposición liberal, José Pallais, opinó que el nuevo representante debe mantenerse al margen de los asuntos internos del país en especial en un año electoral.