WASHINGTON,
24 de enero— El presidente George W. Bush presionó hoy al Congreso
de Estados Unidos para que extienda y otorgue más poderes de
vigilancia sobre los norteamericanos, una medida rechazada por la
mayoría de la población.
En un comunicado, el mandatario llamó a los legisladores a
prorrogar la Ley de Protección de Estados Unidos, cuya vigencia
culmina la próxima semana.
Mediante esa normativa, el gobierno puede escuchar llamadas
telefónicas y revisar el correo electrónico a sospechosos de
terroristas y a las personas que se comunican con ellos, aun cuando
sean norteamericanos.
Los legisladores republicanos y la Casa Blanca tratan de
convertir en permanente la ley, además de agregarle varias enmiendas
que le confieren al sector de comunicación inmunidad legal para
ayudar al Ejecutivo a espiar.