La introducción de variedades genéticas, y la aplicación de una
nueva metodología para la fertilización y organización de la cosecha,
aumentan los rendimientos del arroz en la provincia cubana de Granma.
Más de 10 mil hectáreas del cultivo se benefician con el método de
balance para la fertilización, una alternativa creada en la provincia
por especialistas de la Estación Territorial de Investigaciones del
Arroz, ubicada en Jucarito, municipio de Río Cauto.
La alternativa, extendida actualmente a todas las unidades
productoras de Cuba ahorra, cada seis mil hectáreas sembradas, entre
100 y 150 toneladas de fertilizantes básicos como el fósforo y la
urea.
Significa, además, un crecimiento de la productividad de 0,6
toneladas por hectárea respecto a los valores logrados con los métodos
tradicionales.
Los científicos de Granma también practican exitosamente un sistema
para determinar el momento óptimo de la cosecha, basado en la medición
del nivel de humedad del grano, según la tipología específica del
arroz.
Introdujeron en 2007 tres nuevas variedades genéticas más
resistentes a las plagas, actualmente en fase de validación y
generalización, capaces de incrementar el rendimiento entre 0,5 y una
tonelada más por hectárea.
En fase de multiplicación se encuentra otra, con posibilidad de
crecimiento en condiciones de suelos salinos, una peculiaridad del 40
por ciento del área dedicada al cultivo en la provincia oriental, que
la convierte en la de mayor índice de salinidad del país.
Las investigaciones efectuadas con éxito en el sector arrocero
contribuyeron a la decisión del Ministerio de Ciencia, Tecnología y
Medio Ambiente, de otorgar a Granma la sede de las celebraciones
centrales por el Día de la Ciencia cubana, el próximo 15 de enero.