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Al menos 26 personas murieron hoy, incluidos 22 policías, durante un
ataque suicida con explosivos ante la sede del Tribunal Supremo de
Lahore, en la provincia paquistaní de Punjab, comunicaron fuentes
policiales en esta capital.
Según el portavoz del Ministerio del Interior, Javed Iqbal Cheema,
el atacante en una motocicleta estalló la carga dinamitera que portaba
cuando los agentes del orden intentaron detenerlo.
El funcionario del Ministerio del Interior precisó que 22 policías
murieron en el ataque y seis están gravemente heridos y otros 35
tienen heridas menores, por lo cual se estima que la cifra de
fallecidos aumente.
Ese atentado se perpetró frente a la Alta Corte de Justicia de
Lahore, donde las fuerzas del orden se concentraban para prevenir una
anunciada manifestación antigubernamental de abogados y magistrados.
El estallido del artefacto hirió además a otras 58 personas, en su
mayoría policías, en el principal distrito comercial de esa populosa
ciudad, de siete millones de habitantes, limítrofes con el territorio
de la India.
Cheema aseguró que el ataque estaba dirigido contra la Policía, y
explicó que el Gobierno puso en alerta roja a las cuatro provincias
que conforman Paquistán.
El presidente Pervéz Musharraf y el primer ministro interino,
Mohammed Mian Soomro, condenaron ese ataque, y ordenaron una nueva y
minuciosa investigación para esclarecer el atentado.
El incidente aconteció un día antes del comienzo del mes sagrado
musulmán del Muharram, durante el cual el Gobierno decidió declarar en
riesgo de violencia a 36 localidades de las cuatro provincias del país
y redoblar la vigilancia en ellas.
Esta nación surasiática es escenario desde hace meses de una ola de
hechos sangrientos sin precedentes, que convirtió al año 2007 en el
más sangriento de la historia con más de 800 muertos en atentados
perpetrados por rebeldes religiosos.
Los ataques se dirigen en su mayoría contra los militares y la
policía, pero causan víctimas civiles, tras el asalto del ejército el
11 de julio último a la Mezquita Roja de Islamabad en que murieron más
de estudiantes que ocupaban el recinto.