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La organización femenina CODEPINK exigirá durante tres días al
gobierno del presidente George W. Bush que incluya a
Luis Posada Carriles en el listado de los terroristas más
buscados por el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
De acuerdo con Medea Benjamin, codirectora de la agrupación,
también solicitarán la extradición del criminal a Venezuela, cuya
justicia lo reclama por la voladura en pleno vuelo de una nave de
Cubana de Aviación en 1976, con 73 personas a bordo.
El pedido será parte de la campaña "Most Wanted" (El más buscado) a
promover desde el sábado próximo por CODEPINK, una de las
organizaciones que más se ha opuesto a la invasión a Iraq y a la
llamada guerra contra el terrorismo pregonada por Bush.
"Es inexplicable que el gobierno ande a la caza de terroristas que
están escondidos a miles de millas de Estados Unidos, cuando tiene a
uno de los más connotados viviendo libremente en Miami", afirmó
Benjamin.
CODEPINK considera que a la campaña publicitaria puesta en vigor
por el FBI en 20 grandes ciudades de Estados Unidos para identificar a
criminales y terroristas, carece del nombre de Posada Carriles, puesto
en libertad por la justicia norteamericana a pesar de un abultado
expediente delictivo.
La campaña de la organización, la cual se extenderá hasta el lunes,
incluye la recogida de firmas entre la población de Miami para avalar
la solicitud contra el criminal ante las autoridades estadounidenses.
Durante todo el domingo tendrá lugar una vigilia en un sitio que
aún está por determinar, y al siguiente día está prevista una
conferencia de prensa frente al edificio del FBI en esa ciudad.
Como colofón, los participantes realizarán una protesta ante las
oficinas de la representante Ileana Ros-Lehtinen, una de las
congresistas que más ha incentivado las acciones hostiles de
Washington contra la isla.
CODEPINK está integrada por unas 150 mil personas, organizadas en
en más de 250 grupos en ciudades de Estados Unidos y otros países.
Posada Carriles fue liberado el 19 de abril de 2007, luego de que
la jueza Katherine Cardone dictaminó su excarcelación, amparada por
una fianza corporativa de 250 mil dólares.
La orden resultó contradictoria, ya que en su alegato Cardone
reconoció que el delincuente de origen cubano participó en "algunos de
los más infames acontecimientos del siglo XX en la vida política de
Centroamérica".
Entre estos, mencionó la invasión a Cuba por Playa Girón, el caso
Irán-Contras, la bomba contra el vuelo 455 de Cubana de Aviación, los
atentados a instalaciones turísticas habaneras en 1997 e incluso,
según algunas teorías de conspiración, el asesinato del presidente
John F. Kennedy.