El líder de Hizbalá, Hassan Nasrala,
responsabilizó a Estados Unidos por la crisis política libanesa, que
desde hace más de un mes sumergió al país en un vacío indefinido de
poder.
En una entrevista televisiva transmitida hoy, Nasrala declaró que
la Casa Blanca trata de imponer un gabinete en el cual no hay lugar
para la organización que él dirige (Partido de Dios), ni para
cualquier otra fuerza opositora.
Nasrala abogó, además, por la creación de un gobierno de unidad
nacional en el que la oposición tenga derecho al veto, y aseguró que
mientras Washington se niegue a esa solución no habrá presidente.
Lo que pretenden los norteamericanos es asegurar el asentamiento
definitivo de los refugiados palestinos en el Líbano para que no
regresen a su tierra y cooperar así con el proyecto anexionista de
Israel, afirmó.
El líder político desmintió las supuestas presiones ejercidas por
Siria sobre la oposición libanesa para bloquear la elección
presidencial en el país de los Cedros, y las divergencias entre Irán y
esa nación árabe por el problema libanés.
La crisis política se desencadenó a finales de 2006 tras la
dimisión de seis ministros por desacuerdo con el primer ministro, Fuad
Siniora, y ha estado matizada por enfrentamientos entre la oposición y
el gobierno.
Desde entonces, al menos nueve personalidades políticas murieron en
atentados, el último de ellos el general Francois Hajj, considerado
posible sustituto del actual jefe de las Fuerzas Armadas, Michel
Suleiman.
La situación llegó al paroxismo el pasado 24 de noviembre cuando el
ex presidente Emile Lauh abandonó el cargo tras expirar su mandato.
Desde entonces la silla presidencial se encuentra vacía, y después
de varios encuentros de la mayoría parlamentaria y oposición se
decidió que el candidato sería Suleiman, investidura sujeta a demandas
políticas de opositores.