Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana
de Venezuela, rindió tributo a todos los caídos en las gestas
libertarias cubanas durante su visita a la Llama Eterna erigida en
honor a los mártires de la Patria.
Acompañado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Segundo
Secretario del Comité Central del Partido, conoció que la ceremonia
inaugural de este sitio, ubicado frente al mausoleo donde reposan
los restos de José Martí en el cementerio de Santa Ifigenia, se
realizó el 30 de julio pasado en ocasión del 50 Aniversario del
asesinato de Frank País García y Raúl Pujol Arencibia.
Entonces el Vicepresidente Primero del los Consejos de Estado y
de Ministros de Cuba aseguró: "Su Luz nos recuerda el ejemplar
sacrificio de Céspedes, el Padre de la Patria; de Martí, el más
grande de todos los cubanos; del Titán de Bronce, nuestro mayor
guerrero; de Máximo Gómez, el brillante jefe y estratega, y de cada
mambí caído en la manigua redentora".
Brilla además, dijo entonces Raúl, como tributo y compromiso con
cada uno de los hombres y mujeres que ya no están entre nosotros,
sin cuyo sacrificio no fuera posible la Patria que hoy nos
enorgullece. La prendemos con la convicción de que su fuego será tan
eterno como esta Revolución.
Luego colocó una ofrenda a nombre de la República Bolivariana de
Venezuela en el panteón a los mártires del 26 de julio y otra ante
la tumba de Frank País.
Se interesó por la fecunda vida de este joven que con apenas 22
años dirigió la organización clandestina del Movimiento 26 de Julio
y organizó el levantamiento armado de la Santiago de Cuba en apoyo
al desembarco del Yate Granma.
Tras su asesinato en el Callejón del Muro el poeta César López
escribió en diálogo póstumo con Frank."Todo un pueblo lloró tu
valentía". Al conocer estos detalles Chávez aquilató la grandeza del
joven y comprendió por qué los santiagueros son fieles a su memoria
y a su ejemplo.
Entre flores y muestras de compromisos Hugo Chávez y Raúl Castro
llegaron hasta la tumba de Carlos Manuel de Céspedes, quien el 10 de
octubre de 1868 en La Demajagua inició la primera guerra de los
cubanos contra los españoles.
Su rol en la historia de Cuba le atribuye entre otros méritos el
de iniciar la abolición de la esclavitud, encabezar el primer
proyecto político-militar del país contra el colonialismo e idear la
invasión de Oriente a Occidente, que en la Guerra Necesaria llevaron
a cabo los Mayores Generales Máximo Gómez y Antonio Maceo.
Como primer Presidente de la República en Armas la Revolución
experimentó momentos de apogeo y resistió el embate de un ejército
muy superior en pertrechos y armamentos.
El Jefe de Estado de la hermana nación conoció que bajo la
dirección de Céspedes el proceso alcanzó un elevado reconocimiento
diplomático y la simpatía de las repúblicas del hemisferio. Sus
ideas se materializaron en el Grito de Yara, la toma de Bayamo y la
Asamblea Constituyente de Guaimaro, que instauró el primer gobierno
propiamente cubano.
Algo que marcó profundamente a Chávez fue conocer cómo Céspedes,
ante la disyuntiva de doblegar sus principios a cambio de la vida de
su hijo, respondió: "Oscar no es mi único hijo, lo son todos los
cubanos que luchen por nuestras libertades patrias". De ahí le vino
el merecido nombre de Padre de la Patria.