Si algo ratificó el Presidente de la República Bolivariana de
Venezuela durante su visita al Antiguo Cuartel Moncada es que el
ejemplo de la Ciudad Héroe reconforta y nutre, alecciona e inspira,
sobrevive, pero más que nada apuntala las tradiciones de lucha y el
legado rebelde de la nación cubana.
De primera mano conoció la importancia del ataque liderado por
Fidel contra la dictadura batistiana, la masacre de los jóvenes de
la Generación del Centenario y el posterior alegato de acusación y
denuncia que trascendió como "La Historia me Absolverá", convertido
en el texto raigal de la Revolución Cubana y uno de los principales
documentos en la historia de la acción y el pensamiento político de
las naciones latinoamericanas.
Aquilató entonces por qué se dice que Santiago mantiene viva su
memoria, porque en ella flota el recuerdo de los héroes y la
historia de sus lomeríos; los mismos por donde pasaron, vivieron o
murieron personas a las que la Patria agradece una obra o
simplemente su entrega.
Fue testigo de la pureza del sistema social cubano que convirtió
esta fortaleza en el primer cuartel trasformado en escuela por el
Gobierno Revolucionario.
Incluso confirmó porque todavía late en la tradición colectiva
los instantes de la inauguración de la Ciudad Escolar 26 de Julio,
el 28 de enero de 1960, y sus razones para que continué siendo la
más pura, la más martiana, la flor más blanca de la pedagogía
cubana.
Inolvidables, y a la vez rememorados en ocasión de su visita,
aquellos instantes en que el General de Ejército Raúl Castro recordó
la petición que le hiciera José Luis Tasende al partir de la Habana
para atacar el Moncada, cuando su compañero le pidió que en caso de
que cayera en el combate le cuidará a su hijita. Se recordó entonces
el gesto de Raúl que conmocionó a los presentes con aquella
exclamación al alzar la niña en sus brazos y exclamar: "Temita, mira
la obra de tú padre".
Chávez y Raúl recorrieron la zona, en la carretera de Siboney,
donde se encuentran los monumentos que perpetúan los tristes finales
de muchos combatientes del Movimiento 26 de Julio y la Generación
del Centeranio.
A la par de esos sucesos, conoció de otros que nutren la historia
y el presente de Santiago de Cuba, cuna de la Revolución y del
Ejército Rebelde, pero hoy convertida en bastión contra el que se
estrellan los planes genocidas del imperio.