Científicos de la
Universidad Central de Las Villas trabajan en la elaboración de
combustible a partir de desechos de la industria azucarera, proceso
que no afecta la producción de alimentos para el consumo humano.
El estudio se encuentra en fase de prueba en los laboratorios, y
contempla la obtención de biodiesel de la cera presente en la cachaza,
residuo en forma de torta que se elimina en el proceso de
clarificación del jugo de caña.
Gretell Villanueva, directora del Centro de Análisis y Procesos de
la universidad, dijo a la AIN que el procedimiento difiere de los
generalizados en todo el mundo para producir biocombustibles, los
cuales utilizan aceites vegetales extraídos de granos como el maíz y
la soja, destinados a la alimentación del hombre.
Según la experta, a nivel global no existen investigaciones que
involucren la cachaza de la caña como materia prima para obtener
biodiesel, proceso en el cual también se liberan como sustancia
resultante alcoholes de alto peso molecular, de gran valor en el
mercado mundial, y que se utilizan en la industria de medicamentos y
cosméticos.
La cachaza constituye uno de los subproductos más valiosos de la
industria azucarera y tradicionalmente se utiliza en los campos como
fertilizante natural por contener altas concentraciones de sacarosa,
coloides, fosfato de calcio y partículas de suelo.