Positivos resultados de un proyecto dirigido a fomentar el
variado empleo del bambú, desde la sustitución de la madera en la
construcción hasta la fabricación de muebles, garantizaron su
extensión a nueve provincias cubanas.
Estudiosos del Centro de Investigación y Desarrollo de
Estructuras y Materiales (CIDEM), de la Universidad Central de Las
Villas aplican, desde el 2005, una tecnología para la utilización de
esa planta con el funcionamiento de cinco talleres, tres de ellos
ubicados en Holguín, uno en Manzanillo y otro, en Villa Clara.
José Martirena, doctor en Ciencias y director del grupo de
Materiales y Construcciones Sustentables en el CIDEM, dijo a la AIN
que se trabaja en la generalización de la técnica para uso de la
gramínea hasta en 22 municipios.
Pequeños viveros producen de 10 mil a 20 mil plantas anualmente,
lo cual permitió contar con un millar de hectáreas de bosques
sembrados de forma tal que una parte de ellos alcanzó la madurez
este año y el resto la adquirirá en el venidero.
A partir de enero próximo, comenzará la plantación de unas 30 mil
hectáreas, principalmente por los Ministerios de la Agricultura y la
Industria Azucarera, además de agricultores pequeños y gobiernos en
cada territorio.
Este proyecto, que cuenta con financiamiento hasta el año 2010,
incluye una estrategia de manejo y fomento de los bosques además de
la
reproducción masiva de la planta, lo que a su vez contribuye a
resolver problemas ecológicos creados por la deforestación.
El bambú es una gramínea originaria de Asia, América, África y
Oceanía, puede adaptarse a climas desde tropical hasta templados,
crece a gran velocidad y de ella se describieron más de mil 500
usos, por su gran resistencia y flexibilidad.