Guayaba, chirimoya, aguacate y bambú figuran entre los árboles
plantados en unas 350 hectáreas del lomerío de Villa Clara, con lo
cual mejora el hábitat para una rica biodiversidad biológica y se
favorecen los suelos.
Yainery Pérez, especialista del Ministerio de Ciencia, Tecnología
y Medio Ambiente (CITMA) dijo a la AIN que la siembra de especies
frutales y maderables en las montañas del centro de Cuba fue mayor
en casi unas 76 hectáreas a lo previsto para el 2007.
Durante la siembra se priorizó la franja hidrorreguladora de la
cuenca Hanabanilla, de interés nacional, lo que contribuye al
mejoramiento de tan importante zona del macizo montañoso central con
el único lago intramontano de Cuba, entorno caracterizado por un
frágil ecosistema.
Las labores de recuperación de arboledas abarcaron zonas
anteriormente afectadas por la tala indiscriminada, incendios e
inadecuadas actividades forestales y agrícolas conducentes a la
pérdida de la vegetación original.
El plan Turquino de esta provincia, ubicado al sur del
territorio, tiene una extensión territorial superior a los 300
kilómetros cuadrados, en las elevaciones de Guamuhaya, programa que
se amplió recientemente a las alturas de Bamburanao.
Durante el actual año fueron beneficiadas cinco mil 200 hectáreas
de superficie entre otras acciones, por la aplicación de unas siete
mil 100 toneladas de materia orgánica necesaria para aumentar los
nutrientes del suelo afectado por la erosión de las lluvias y la
pendiente