La Revolución Energética está en plena marcha, no se ha concluido ninguno de sus programas; todos siguen perfeccionándose y alcanzando mayores dimensiones, dijo ayer la ministra de la Industria Básica, Yadira García, en la Mesa Redonda Informativa, donde directivos del sector confirmaron que las inversiones contratadas con esos fines superan los 2 000 millones de dólares.

La rehabilitación de las redes mejora la calidad del servicio.

Cuando en el 2005 comenzó su aplicación práctica, bajo la dirección y las concepciones planteadas por Fidel, el barril de petróleo costaba unos 46 dólares, ahora el precio ronda los 100. Solo ese hecho serviría para avalar la importancia de las profundas transformaciones emprendidas por Cuba en el sector energético, comentó la también integrante del Buró Político.

Pero la trascendencia va mucho más allá: Revolución Energética significa más calidad de vida para la población, disminución de la contaminación ambiental, una modesta contribución de nuestro país al necesario enfrentamiento de los graves problemas asociados al cambio climático, un giro radical en los conceptos de generación y uso de la energía, ahorro de combustible, valoró la dirigente, en el intercambio en el que estuvo presente Carlos lage, secretario del comité Ejecutivo del consejo de ministros.

Yadira consideró entre los principales resultados de la Revolución Energética la eliminación de los apagones por déficit de generación, la entrega a las familias de millones de equipos electrodomésticos eficientes y el particular beneficio al 75% de los núcleos familiares, los cuales cocinaban con keroseno, un producto que además de ser contaminante, tenía una deficitaria entrega.

Ratificó que hay garantía de piezas de repuesto para los grupos electrógenos, así como para el arreglo de los electrodomésticos en la red de talleres de Comercio Interior. No obstante, la Ministra reconoció insatisfacciones por deficiencias, "tareas que no hemos enfrentado correctamente e incluso algunos problemas que nos han sorprendido".

Según comentó, tampoco el servicio en los talleres es adecuado. Hay, agregó, peloteo en los trámites, demoras en el otorgamiento de créditos para pagar los electrodomésticos, y otras preocupaciones expresadas por el pueblo durante la reciente discusión del discurso pronunciado por Raúl, el 26 de julio último. "Son cuestiones que nos preocupan y ocupan", sentenció.

La titular de la Industria Básica destacó la participación de múltiples organismos en la ejecución de la Revolución Energética y la contribución decisiva del pueblo.

UN SISTEMA EFICIENTE

En apenas tres años, tras la crisis vivida en el 2004 y gracias a la Revolución Energética, Cuba ha aumentado su capacidad de generación eléctrica hasta llegar a los 4 700 MegaWatt (MW) instalados, el 60% de los cuales opera en condiciones eficientes, informó Vicente de la O, director general de la Unión Eléctrica (UNE).

La primera tarea puesta en marcha, recordó, fue la ubicación de grupos electrógenos de emergencia para dar vitalidad a entidades clave como frigoríficos con alimentos, panaderías, hospitales, fábricas de medicamentos.

Hay instalados 6 841 grupos con tales propósitos en 4 778 centros. Esos medios, cuya disponibilidad técnica rebasa el 98%, aseguran producciones y servicios en situaciones extremas provocadas por huracanes y otros fenómenos. Además, su eventual empleo en horario pico permite disminuir la demanda al Sistema Electroenergético Nacional (SEN) y evitar así los apagones, precisó el representante de la UNE.

En la eliminación del déficit de generación y la creación de nuevas capacidades, un elemento fundamental ha sido la instalación de motores de diesel y fuel oil; es decir, la llamada generación distribuida por territorios. En el caso de los primeros, hay 1 320 MW instalados, de ellos 1 200 sincronizados al SEN y el resto funciona en sistemas aislados que prestan servicio en sitios como los cayos, detalló.

Sobre los grupos de fuel oil, informó, que sumarán 696. Todos están contratados y avanza su montaje. Al cierre de este año, deberán quedar instalados unos 500 MW por esa vía.

Nunca antes, dijo, el país había podido poner en uso una potencia de esa magnitud en tan corto tiempo y con numerosas ventajas: además del rápido montaje, los equipos poseen menor consumo específico de combustible, su uso ayuda a reducir las pérdidas por transmisión en las redes, operan con un insumo eléctrico inferior al de las termoeléctricas, poseen sistemas autónomos de arrancada, y en caso de emergencia es posible trasladarlos con facilidad hacia el lugar donde hagan falta.

El director general de la UNE dio cuenta, además, de las inversiones para incrementar el empleo del gas acompañante del petróleo, de los recursos hídricos y de la energía eólica, en la generación de electricidad. A ello agregó otras erogaciones realizadas para aumentar el almacenamiento de los combustibles, la disponibilidad de herramientas especializadas y de transporte en las brigadas que trabajan en las redes.

Desde mayo del 2006, indicó, el país pudo eliminar los apagones por déficit de generación. También ha sido posible reducir las pérdidas en la transmisión en unos 197 000 MW, aminorar el insumo eléctrico (lo que necesitan las unidades para poder funcionar) en 76 000 MW, y un ahorro relativo de 198 000 toneladas debido al menor índice de consumo de los nuevos equipos. El efecto económico de esos tres aspectos asciende a casi 200 millones de dólares, comentó.

MEJORAS EN LAS REDES

Antonio Pías, representante de la UNE, ofreció explicación detallada de la rehabilitación de las redes. Distinguió la instalación de más de 2,9 millones de breakers para beneficio directo de las viviendas. Todavía, dijo, faltan por montar unos 250 000, fundamentalmente en Ciudad de La Habana, debido a la mayor complejidad de los trabajos.

Avanzan la colocación de nuevos postes, transformadores, crucetas¼ y la sustitución de acometidas (los cables que llegan hasta las casas y edificios): han sido cambiadas 1 054 000. Se trabaja al mismo tiempo en el cambio de conductores secundarios.

Paralelamente, señaló, fueron realizadas inversiones que posibilitaron incrementar las producciones nacionales de cables eléctricos y de transformadores.

Pías reconoció que las pérdidas eléctricas en el proceso de distribución y las interrupciones involuntarias del servicio continúan elevadas debido al deterioro de las redes y al aumento de la demanda, sobre todo en el sector residencial. No obstante, empieza a registrarse una lenta y gradual mejoría.

Siguen eliminándose las zonas de bajo voltaje: hay beneficiadas unas 642 000 viviendas y todavía queda por resolverse la situación de otras 240 000, ejemplificó el especialista, quien refirió progresos en la electrificación de casas y asentamientos, y anunció el inicio de la recuperación del alumbrado público en el interior de los barrios a partir del primer trimestre del año entrante.

Ya están en manos de la población más de 22,5 millones de equipos electrodomésticos, informó Enrique Gómez, integrante del Buró Nacional de la UJC y jefe de los trabajadores sociales en el país, quien dio cuenta de la labor de esos jóvenes en diversas tareas de la Revolución Energética, y reconoció las violaciones cometidas por algunos de ellos. Incidentes, aseguró, que han sido objeto de análisis y de medidas disciplinarias.

María del Carmen Martínez, viceministra de Comercio Interior, informó que funcionan 600 talleres para la reparación de los equipos entregados a las familias. Todos los municipios cuentan al menos con una de esas instalaciones. El Estado entregó 4,9 millones de dólares con destino a la recuperación de esas instalaciones, la compra de herramientas especializadas y de piezas de repuesto.

Hasta el momento han sido reparados 4,5 millones de equipos, una parte de los cuales solo requirió ajustes en sus mecanismos, lo cual subraya la importancia de facilitar información a la población sobre el manejo de esos medios, subrayó la funcionaria.