Tiene 17 años. Estudia el duodécimo grado en la Escuela Vocacional
de Ciencias Exactas Vladimir Ilich Lenin y se alzó como ganadora en
buena lid junto a otros tres jóvenes, del país anfitrión, México y
España.
¿Feliz?
¡Cómo no estarlo!
¿Y esta pasión por "escribir bien"?
Se la debo a mi madre y especialmente a mi abuela, quien me hacía
dictados de palabras desde que era pequeña. Luego el hábito se fue
convirtiendo casi en adicción por las palabras, por su significado y
el saber cómo se escriben.
Al primer concurso que fui en mi vida fue, precisamente, a uno de
Ortografía.
En octavo y noveno grados gané las medallas de Oro en un concurso
de Redacción, por esa razón pude entrar a la Lenin sin hacer prueba de
ingreso.
¿Cómo llegaste al certamen?
Se hicieron una serie de concursos que comenzaron a nivel de grupo.
En onceno grado gané medalla de Plata en un concurso de Redacción y me
empezaron a preparar. Luego se hizo el Nacional, al que asistió un
concursante por provincia y de ahí salió la representación cubana.
¿Cuántos integraron la delegación?
De Cuba solo yo.
Allá en República Dominicana pude medirme con jóvenes de otros 11
países.
¿Muy difícil?
Eso depende de cómo lo veas. Yo no sentí que fuera tan difícil.
Por ejemplo, el concurso se desarrolló por rondas y contra tiempo,
o sea, en la primera vuelta participamos los 12 asistentes. Nos
dictaron 10 palabras, cada una había que escribirla en 30 segundos.
Como mínimo tenía que sacar 90 puntos para poder pasar al siguiente
escalón, pero a partir de la tercera y hasta la séptima rondas había
que obtener 100 puntos, no se admitía ningún error.
En la última prueba —a la altura de la séptima ronda— quedábamos
seis finalistas. Entonces nos explicaron que nos dictarían cinco
palabras escogidas directamente del diccionario. Si todos superábamos
el examen se nos consideraría vencedores a los seis en igualdad de
condiciones. Al final solo quedamos ganadores cuatro concursantes: el
de República Dominicana, México, España y yo.
Dinos algunos de los vocablos que debiste escribir.
Idiosincrasia, exuberancia, vaho, herejía, consubstanciación,
omnisciente, abducción¼
¿Qué lees en tus ratos de ocio?
Lo que caiga en mis manos. No busco libros en específico. En mi
escuela hay mucho hábito de lectura.
Pero la sorpresa fue cuando Granma le preguntó a Karen:
¿Qué piensas estudiar?
Y ella respondió: "Me gustan las Ciencias Farmacéuticas, cuando
entré a la Lenin me encantó la Química".