.— El presidente estadounidense,
George W. Bush, se mostró hoy inconforme con las dilaciones del
Congreso en la aprobación de algunos proyectos de ley, entre ellos el
que asignó los fondos para la guerra en Iraq.
En su última conferencia de prensa este año, Bush recordó que no
fue hasta ayer que el parlamento aprobó el presupuesto solicitado por
la Casa Blanca para mantener las tropas norteamericanas en el país
árabe.
"El Congreso ha perdido mucho tiempo", lamentó el gobernante, en
alusión a las bancadas demócratas en el Senado y la Cámara de
Representantes, las cuales intentaron condicionar la asignación del
dinero al establecimiento de un plan de retirada de las tropas.
Desde que concluyó el año fiscal 2007, el 30 de septiembre último,
varios proyectos de ley impulsados por líderes del partido opositor
establecieron un cronograma de repliegue, pero no prosperaron,
amenazados por el veto del Presidente.
El mandatario también mostró disgusto con la postergación del
debate de una controversial iniciativa, la cual prorroga la inmunidad
a las empresas que participan en el programa de espionaje doméstico
ordenado por la Casa Blanca.
La ley que concede prerrogativas a las compañías expira en febrero
próximo, y la discusión del nuevo texto fue pospuesta para enero.
Los demócratas pretenden impulsar una contrapropuesta, auspiciada
por el senador Patrick Leahy. El documento priva de inmunidad a las
compañías de telecomunicaciones que apoyen el plan de escuchas
establecido por Bush.
Referente al escándalo por la destrucción de videos de
interrogatorios realizados por la Agencia Central de Inteligencia
(CIA), el gobernante dijo que no hablaría sobre el asunto hasta que
finalicen las indagaciones sobre el caso.
"Sé que me van a preguntar mucho sobre este tema, pero no daré una
opinion hasta que concluya la investigacion", indicó el jefe de
Estado.
Un juez federal ordenó el martes último investigar si la
administración Bush violó una orden judicial al autorizar la
destrucción de videos sobre torturas a prisioneros por parte de la
CIA.
El juez, Henry H. Kennedy, se negó a ceder ante los obstáculos
puestos por el Departamento de Justicia para obstruir la pesquisa, y
convocó a abogados de la fiscalía general a una audiencia este
viernes.
En junio de 2005, Kennedy ordenó a la Casa Blanca salvaguardar
todas las pruebas e informaciones concernientes a la tortura, malos
tratos y abusos de los detenidos en la base naval estadounidense en
Guantánamo.
El director de la CIA, Michael Hayden, tuvo que comparecer la
semana pasada ante un comité del Senado, donde reconoció que sus
subalternos destruyeron varios videos de interrogatorios
comprometedores para la agencia.