Al hablar en una reunión con diplomáticos mexicanos que trabajan en Estados Unidos y Canadá, Calderón mostró su preocupación por "el encono, la semilla de animadversión y en algunos casos hasta el odio y discriminación" sembrado contra todos los mexicanos.

Añadió que en el territorio norteamericano, se está usando con mayor frecuencia el argumento de que los trabajadores emigrantes representan un problema económico, social y hasta de seguridad para la población.

Es necesario decir que ninguna nación puede lograr la seguridad y la prosperidad a través de la discriminación y el trato como criminales a quienes buscan un mejor futuro trabajando y aportando a la sociedad a la cual visitan, expresó.

El mandatario recordó el aporte que hacen los mexicanos a la economía y sociedad de América del Norte, particularmente de Estados Unidos, y llamó a los funcionarios consulares a neutralizar los criterios negativos contra ellos.

Se refirió a un estudio según el cual la mano de obra mexicana es la de mayor contribución al crecimiento de la productividad laboral en Estados Unidos, con 15 por ciento al nivel agregado de la economía, porcentaje mayor en sectores como la construcción.