LA
PAZ, 28 de noviembre.— El pueblo reunido en la céntrica Plaza Murillo
acogió hoy con júbilo la aprobación unánime en el Senado boliviano de
la renta vitalicia Dignidad, de apoyo a la vejez.
El presidente del Congreso, Álvaro García, anunció públicamente la
sanción del beneficio universal de 200 bolivianos mensuales a los
mayores de 60 años.
Los sectores populares, en vigilia desde ayer, celebraron además la
decisión de financiar esta renta con el 30% de los recursos del
Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), ingresos que los partidos
tradicionales se negaron a ceder, convocando a seis regiones a un paro
que el Gobierno boliviano, legisladores del Movimiento al Socialismo
(MAS) y algunos prefectos condenaron hoy en esta ciudad.
Mientras, sectores de la población rechazaron los intentos
divisionistas impulsados por la derecha boliviana y aumentaron sus
manifestaciones de desacato al politizado paro, pese a las amenazas de
grupos de choque financiados por la oposición.
En Cochabamba los vecinos ratificaron su apoyo a la gestión
renovadora de Morales y salieron con picos y palas para limpiar las
rutas, saboteadas con cúmulos de tierra y puntillas por funcionarios
de la prefectura.
Incluso en el sureño departamento de Santa Cruz, epicentro de la
oposición política, el pueblo se manifestó contra el bloqueo de vías y
amenazas de grupos extremistas.
Entretanto el Gobierno dispuso, mediante decreto presidencial, la
entrega de tierras a comunidades indígenas guaraníes en el central
departamento de Chuquisaca.
La norma asegura a esas comunidades indígenas su subsistencia
física y reproducción étnica, además de suprimir la existencia de
algunas familias guaraníes en cautiverio y relaciones de servidumbre
en haciendas ubicadas en la región, informó PL.