Feria de Arte Popular en Ciego de Ávila

Interactúan artistas aficionados y profesionale

Antonio Paneque Brizuela
paneque.b@granma.cip.cu

CIEGO DE ÁVILA.— Solistas y grupos aficionados como Maraguán, cuya actuación intercaló partes del espectáculo con el que ganó la medalla de oro en Dijón en septiembre último, alternaron en Ciego de Ávila sobre los mismos escenarios con profesionales como Coco Freeman, Zory y Sexto Sentido, mediante una química total que estremeció virtualmente esta ciudad.

Además de presentarse en distintas áreas de tradiciones rurales y urbanas integradas al evento, los bailarines de Maraguán presentaron en el teatro Principal un espectáculo integral que comprendió ritmos franco-haitianos a la usanza de esta región del país, así como el Baile de la Chancleta, que fue llevado a Francia dentro de una versión coreográfica más general concebida por su director, Fernando Medrano.

Durante intensas jornadas de la XVIII Feria Nacional de Arte Popular de esta localidad, el grupo musical de este colectivo de universitarios camagüeyanos acompañó a sus colegas profesionales y, entre cada manipulación de los bailarines, interpretó números tradicionales con una precisión y sentido creativo que impactó a participantes e invitados.

Otra agrupación sobresaliente en esta Feria fue Hoyo Colorao, mediante actuaciones en áreas bailables, junto a otros seis grupos musicales de la propia provincia, que llenaron distintos espacios.

Nuevamente, fue determinante el peso artístico de Ciego de Ávila dentro de esta cita, a través de la participación de 10 agrupaciones músico-danzarias, 4 de teatro, 10 solistas y 67 artesanos, respecto a lo cual tiene una tremenda fuerza lo franco-haitiano-jamaicano y sus ritmos vudú y calypso. De los 796 artistas aficionados que asistieron al evento, 476 pertenecen a este territorio.

El otro segmento importante de este encuentro, el coloquio sobre La religiosidad popular y sus vínculos con las manifestaciones del arte y la literatura en Cuba, contó con investigaciones de alto nivel y relevantes aportes comunitarios y arribó a enfoques críticos contra posiciones que no reconocen el impacto social y cultural de las religiones populares caribeñas y africanas.

La profesora de la Universidad de La Habana, Lázara Menéndez, caracterizó de "hegemonistas" los criterios que desconocen la existencia de sitios y objetos que son sacralizados por religiones cubanas, tercermundistas, de comunidades aborígenes latinoamericanas y hasta de países desarrollados, comprendidas las indígenas de Estados Unidos.

 

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