CIEGO DE ÁVILA.— Solistas y grupos aficionados como Maraguán,
cuya actuación intercaló partes del espectáculo con el que ganó la
medalla de oro en Dijón en septiembre último, alternaron en Ciego de
Ávila sobre
los mismos escenarios con profesionales como Coco Freeman, Zory y
Sexto Sentido, mediante una química total que estremeció
virtualmente esta ciudad.
Además de presentarse en distintas áreas de tradiciones rurales y
urbanas integradas al evento, los bailarines de Maraguán presentaron
en el teatro Principal un espectáculo integral que comprendió ritmos
franco-haitianos a la usanza de esta región del país, así como el
Baile de la Chancleta, que fue llevado a Francia dentro de una
versión coreográfica más general concebida por su director, Fernando
Medrano.
Durante intensas jornadas de la XVIII Feria Nacional de Arte
Popular de esta localidad, el grupo musical de este colectivo de
universitarios camagüeyanos acompañó a sus colegas profesionales y,
entre cada manipulación de los bailarines, interpretó números
tradicionales con una precisión y sentido creativo que impactó a
participantes e invitados.
Otra agrupación sobresaliente en esta Feria fue Hoyo Colorao,
mediante actuaciones en áreas bailables, junto a otros seis grupos
musicales de la propia provincia, que llenaron distintos espacios.
Nuevamente, fue determinante el peso artístico de Ciego de Ávila
dentro de esta cita, a través de la participación de 10 agrupaciones
músico-danzarias, 4 de teatro, 10 solistas y 67 artesanos, respecto
a lo cual tiene una tremenda fuerza lo franco-haitiano-jamaicano y
sus ritmos vudú y calypso. De los 796 artistas aficionados que
asistieron al evento, 476 pertenecen a este territorio.
El otro segmento importante de este encuentro, el coloquio sobre
La religiosidad popular y sus vínculos con las manifestaciones
del arte y la literatura en Cuba, contó con investigaciones de
alto nivel y relevantes aportes comunitarios y arribó a enfoques
críticos contra posiciones que no reconocen el impacto social y
cultural de las religiones populares caribeñas y africanas.
La profesora de la Universidad de La Habana, Lázara Menéndez,
caracterizó de "hegemonistas" los criterios que desconocen la
existencia de sitios y objetos que son sacralizados por religiones
cubanas, tercermundistas, de comunidades aborígenes latinoamericanas
y hasta de países desarrollados, comprendidas las indígenas de
Estados Unidos.