El pueblo cubano se ha aferrado a sus valores y ha hecho la
diferencia entre el antes y el hoy en circunstancias adversas, hasta
lograr una obra a la cual la historia universal deberá dedicarle
muchos capítulos.
Así afirmó Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del
Poder Popular, en la audiencia pública La obra de la Revolución en las
montañas pinareñas, efectuada en el Consejo Popular de Niceto Pérez,
en el municipio de San Cristóbal, al oeste de La Habana.
El también miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba
enfatizó en cómo cada transformación abarca incluso los sitios más
apartados del archipiélago.
Las montañas —dijo– son el 18 por ciento de la geografía nacional;
por ellas comenzaron los primeros cambios revolucionarios con la Ley
de Reforma Agraria, que dieron un duro golpe a la oligarquía
proimperialista capaz de desencadenar luego una política genocida de
bloqueo económico, jamás sufrida por pueblo alguno.
Ante dirigentes de organizaciones políticas, de masas y vecinos de
esa área de la cordillera de Guaniguanico, Alarcón llamó a sostener
cada conquista, sin ceder un ápice al enemigo, hoy en verdadera crisis
de descrédito mundial cuando crecen los movimientos emancipadores, en
tanto Cuba tiene en sus sierras más de dos mil 300 escuelas y mil 900
médicos, entre otros ejemplos.
A materializar el equilibrio entre todas las comunidades montañosas
a partir de la generalización de múltiples iniciativas, exhortaron
varias intervenciones, pues a criterio de muchos la recreación y el
sano empleo del tiempo libre en salas de televisión y vídeo son
opciones aún subutilizadas.
Pinar exhibe la mayor cobertura boscosa de Cuba con el 39,6 por
ciento de la superficie territorial, la mortalidad infantil en las
lomas hasta el cierre de octubre era de 1,3 por cada mil nacidos
vivos, sin embargo, sin lugar para la conformidad, son retos el
reordenamiento de la producción cafetalera, con rendimientos
inferiores a los requeridos en las casi cuatro mil hactáreas.
Otro punto fuertemente analizado fue el del perfeccionamiento del
sistema de acopio, ventas y del pago justo y en tiempo, o sea de
acuerdo la calidad y eficiencia a los cosecheros de esas zonas, con
amplias potencialidades para los frutales, cultivos varios y la
ganadería ovino-caprina, fundamentalmente.
Esta audiencia concluye un proceso de encuentros similares
efectuados en los principales macizos serranos del país, a fin de
elevar el nivel participativo de la comunidad en la elevación de la
calidad de vida de los más de 720 mil cubanos que allí residen, en
cuyo beneficio funciona desde 1987 el Programa de Desarrollo Integral
Plan Turquino-Manatí.
Las citas fueron convocadas por la Asamblea Nacional del Poder
Popular, en virtud del artículo 31 de su reglamento, y en ellas la
población ha reconocido la autenticidad de la democracia de la nación
antillana, donde antes de 1959 el 75 por ciento de las mejores tierras
pertenecían a latifundios y a compañías extranjeras.