Ellos integran una Brigada de Producción y Defensa; son
trabajadores cuya presencia en el centro laboral resulta
imprescindible en tiempo de guerra. Su misión es custodiar los medios
de producción y las áreas de trabajo.
En el interior de una obra fortificada, el grupo de dirección de la
Brigada de Producción y Defensa, acompañado por el presidente de la
Zona de Defensa, quien impartió las órdenes necesarias según lo
previsto.
El prolongado sonido de la alarma —aviso de un simulacro de golpe
aéreo— los puso en acción. Corrieron hacia los refugios y, pasado el
bombardeo, salieron a socorrer a los heridos, evaluar los daños
provocados a las instalaciones, sofocar los incendios y repeler al
enemigo.
Una vez alcanzada la victoria e iniciada la etapa de recuperación,
obreros y tecnologías volverán a desempeñar su papel en otra
importante batalla: fortalecer la economía del país.