El español nuestro

María Luisa García

Una amiga me preguntó acerca de periolibro, vocablo que hemos creado en estos tiempos de escaseces para designar al libro impreso en formato de periódico, que resulta mucho más económico y permite llevar obras maestras de la literatura a un amplio público. Aún no está aceptada —lo que no quiere decir que no la usemos—. Es un neologismo. A raíz del IV Congreso de la Lengua Española (Colombia), los hispanohablantes se han propuesto rescatar más de 17 000 palabras en "peligro de extinción", entre ellas: alcancía, alféizar, balde, bochinche, botarate, cachivache, cascarrabias, cáspita, damajuana, gaznápiro, hogaño, zaguán y otras. Si se fija, algunas aún las escuchamos, más en una región de la Isla que en otras, y no puede decirse que se hayan convertido en arcaísmos entre nosotros.

 

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