La Agencia Federal de Emergencias (AFE)
deberá lidiar desde hoy con el escrutinio judicial del gobierno
estadounidense, debido a la pérdida o malversación de al menos 30
millones de dólares durante la etapa post-Katrina.
De acuerdo con un informe oficial emitido en esta capital, el
organismo de socorro dilapidó un fondo millonario destinado a los
damnificados por el huracán que azotó en 2005 la costa sur de este
país y dejó mil 300 muertos en varios estados.
Auditores que indagaron sobre operaciones de funcionarios de AFE en
Mississippi y Louisiana descubrieron que la agencia otorgó contratos
anómalos que representaron un malgasto aproximado de 229 mil dólares
por cada familia perjudicada.
La institución despilfarró casi 16 millones por mala gestión con
contratistas y brigadas de reconstrucción, y otros 15 millones debido
a hechos de corrupción como falsificación de documentos para
inexistentes evacuados.
Pasaron dos años desde el impacto del ciclón y aún la AFE está
gastando inadecuadamente millones de dólares de los contribuyentes
como resultado de una dirección pobre y un comando ineficaz, indica el
reporte del Congreso.
Legisladores demócratas llegaron a recomendar la intervención del
Departamento de Justicia para esclarecer la presunta conducta
delictiva de muchos empleados en la oficina nacional.
Peritos encontraron además que la institución no honró un proceso
competitivo justo al repartir el dinero, transgredió pasos legales y
benefició a empresas relacionadas con el Partido Republicano, del
presidente George W. Bush.
Aproximadamente 50 mil familias afectadas por la tempestad todavía
viven en remolques, moteles o viviendas emergentes en ciudades de
Mississippi, Alabama y Georgia.