Más de 16 millones de electores podrán acudir a las urnas el 2 de diciembre para decidir si se aprueba o rechaza una reforma constitucional de corte socialista presentada por Chávez que modifica 69 de los 350 artículos de la Constitución de 1999.

Con la vista puesta en garantizar condiciones óptimas para la expresión de la voluntad popular, el organismos electoral suspendió dos cuñas publicitarias (una del "si" y otra del "no") por considerar se apartan del espíritu de la campaña política.

Los partidarios de la reforma llevan adelante movilizaciones en todo el país con el propósito de explicar a la población los beneficios de las modificaciones y convocar a votar para derrotar la amenaza latente del abstencionismo.

Inviten a la gente a leer, que sepan que esta nueva Constitución es un reparto de poder para el pueblo, la transferencia de poder al pueblo, orientó recientemente a los seguidores del Chávez el vicepresidente del país, Jorge Rodríguez.

En un contexto de gran efervescencia política, el Consejo Nacional Electoral maniobra para mantener la campaña en un contexto racional de argumentación, frente a sectores que han preconizado y provocado actos violentos.

Según la valoración de las autoridades, se tratan de elementos convencidos de la derrota del "no" que intentan impedir de cualquier forma la votación y convocaron a una "marcha sin retorno" en los próximos días.

Algunas encuestas —que el gobierno estima manipuladas— han impulsado al sector opositor partidario de ir a votar, en detrimento de quienes abogan por la abstención como el llamado Comando de la Resistencia y parte del partido Acción Democrática.