Con una producción próxima a las 200 toneladas de diversos
vegetales, las casas de cultivos protegidos La Siguaraya, único
complejo de este tipo en la provincia de Las Tunas, obtuvieron
positivos resultados en su primer año de funcionamiento.
Esa cifra representa un 21 por ciento sobre lo planificado, dijo
a la AIN Wilmer Espinosa, director de la empresa de cultivos varios
Antonio Guiteras, del municipio de Puerto Padre, a más de 700
kilómetros al este de La Habana.
Este complejo agrícola fue inaugurado el pasado año y tiene una
extensión total de tres hectáreas, dos de ellas destinadas a
cultivos protegidos y una a semiprotegidos.
La primera de estas áreas dispone de 30 casas edificadas con un
material especial que ampara a las plantas de los efectos directos
de las radiaciones solares, las fuertes lluvias y el ataque de
plagas.
Tomate, pimiento y pepino son las hortalizas que se cosechan con
esta tecnología, mientras en la hectárea semiprotegida, techada con
una malla, se amplía el surtido a variedades como lechuga, cebolla,
col y remolacha. Este método agrícola incluye el uso de riego
localizado y un sustrato enriquecido con cachaza, humus de lombriz y
otros abonos orgánicos, además de control químico y biológico de las
plagas y enfermedades, lo que garantiza altos rendimientos en
pequeñas extensiones.
Las mencionadas ventajas, además de la posibilidad de usarla todo
el año, determinan la prioridad concedida al empleo de esta técnica
en toda Cuba, que extiende su aplicación fundamentalmente en áreas
anteriormente dedicadas a la caña de azúcar