La falta de mantenimiento redujo los ocho metros marcados en su
diseño. Y con apenas seis las naves de mucho calado no podían ser
operadas. Los que transportaban carga pesada debían primero aligerar
en otro punto para luego tocar la llamada Ciudad Bella.
Juan Perdomo Vieiro, subdirector de ingeniería y desarrollo del
puerto, explicó que dejar mercancías asignadas a esta zona en otros
atraques corría el riesgo de incurrir en el pago de sobrestadía en
caso de estar congestionados sus muelles.
El problema, afirma, es asunto del pasado. Empleando recursos y
trabajadores propios, se ejecutó el dragado sin detener las
operaciones. De esa forma el calado volvió a sus tradicionales ocho
metros y de nuevo barcos de hasta 25 000 toneladas pueden cargar o
descargar en el espigón.
Terminada la inversión, cinco naves que antes no hubiesen podido
atracar, entraron en puerto para satisfacción de sus tripulaciones, de
los trabajadores de la rada y, por lógica, de la economía nacional. Ya
no es preciso colocar mercancías en puntos distantes y por ese
concepto es mayor la precisión en los fletes y rapidez en la
liberación de los buques.
Los vecinos de Nuevitas, orgullosos de su bahía, quieren que el
puerto brille como esta. Tras la mejora al atraque principal ahora
proyectan restaurar el otro disponible destinado a embarcaciones de
menor calado. Los 4,90 metros que separan hasta el fondo serán
ampliados hasta llegar a siete para beneficiar miles de toneladas, en
barcos y productos, que pudieran manipularse entre ambas radas.
Los proyectistas acarician la idea de construir un tercer atraque.
Esta inversión hará posible la reanimación de las operaciones, primer
requisito para lograr la mejoría de los índices de gestión de la
empresa y el ingreso salarial de los trabajadores.
El jefe de operaciones Boris Mesa Trimiño, reveló que desde hace
más de cinco años no pagan un centavo por sobrestadía, y que la última
que recuerda sucedió por imprecisiones lo cual atrasó la descarga.
Noticia alentadora es que ya comienzan a superarse los promedios de
15 000 toneladas mensuales descargadas en la mayor parte del año.
Septiembre cerró con 26 900 toneladas y en octubre fueron
manipuladas cerca de 34 000, buen ritmo para estabilizar las 25 000
mensuales a que aspiran.
Considera Mesa Trimiño que con estos resultados reducirán el
déficit de 85 000 toneladas de carga ocasionado por la no ubicación en
sus espigones de todos los barcos que pueden operar.
De este balance se desprende que la inversión en el dragado recibió
pronta respuesta en el orden económico y crea condiciones materiales y
técnicas para ubicar al puerto de Nuevitas, de nuevo, en los primeros
planos de la operación portuaria.