El concluido coloquio Jacques Roumain: La estatura intelectual de
un hombre, auspiciado por el Centro de Estudios del Caribe de la
Casa de las Américas, abrió un espacio de discusión entre
intelectuales cubanos y haitianos, para rendir tributo a ese gran
intelectual caribeño.
El foro traspasó los límites del estudio histórico y
teórico-literario de esa relevante figura en el marco de Haití, y lo
asumió a partir de su relación con las ideas políticas más
progresistas de la época, y la influencia de su obra en la
producción artística cubana.
Cumbite, considerada la primera película cubana que muestra la
verdadera psicología de la negritud desde una perspectiva caribeña,
alejada de los vínculos superficiales que, hasta el momento, había
establecido el cine con el mundo negro, es la reinterpretación del
cineasta Tomás Gutiérrez Alea, Titón, de la obra de Roumain,
Gobernadores del Rocío.
Precisamente, uno de los paneles más reveladores fue Cumbite, 43
años de una película, en el que especialistas del cine y las letras
establecieron un paralelo entre ambas piezas.
Con esa novela, Roumain dejó una huella en el arte, pues el
realismo de Gobernadores..., desprovisto de folclorismos y
blanqueamientos -como la calificara Astrid Santana, profesora cubana
de Artes y Letras- unido a la formación neorrealista de Titón, que
se volcó al descubrimiento del mundo haitiano en Cuba durante el
rodaje, hicieron cambiar la forma de ver el entorno y la propia
realización cinematográfica.
Según palabras de Alicia García, especialista de la Cinemateca de
Cuba, Cumbite anuncia el movimiento del nuevo cine latinoamericano
antes de creado.
Más directa fue la relación entre Roumain y Nicolás Guillén, otro
de los grandes exponentes de la cultura cubana. Esa relación influyó
en el fortalecimiento de las dos naciones.
Ambos escritores no sólo compartían las mismas ideas políticas
sino una especial visión de la identidad, utilizaron la poesía como
forma de expresar inconformidad y ansias de justicia, y en sus obras
se descubren puntos de contacto si no en estilo sí en concepto.
En el prólogo de la edición cubana de Gobernadores... la pluma de
Guillén destaca orgullosa: Frente a la ocupación norteamericana, que
mantuvo subyugado al pueblo haitiano varios lustros, la actitud de
Roumain fue inconmovible. El genio literario de Roumain no podía
escapar a la sagaz mirada de Alejo Carpentier.
En su conferencia Jacques Roumain, Carpentier y el polen de Haití
en la narrativa, José Antonio Baujín, decano de la Facultad de Artes
y Letras de La Universidad de La Habana repasó la atención crítica
de Roumain en la obra de Carpentier, quien alude a la maestría
alcanzada en su novela póstuma.
Baujín concluyó su intervención con la sugerencia de desarrollar
un trabajo de literatura comparada entre la producción de Roumain y
el autor de El reino de este mundo, debido a una afinidad lógica que
parte de la impronta del surrealismo, movimiento con el cual
conviven sus creaciones.
Este coloquio, que dio fin al homenaje de Cuba y en especial de
Casa de las Américas por el centenario del natalicio de Roumain,
devino profunda exploración del ser latinoamericano y dejó sobre el
tapete interesantes propuestas investigativas alrededor de la
producción literaria de esta rica y compleja región que es el Caribe