La influencia de las siembras tempranas en los rendimientos del 
			principal cultivo de la provincia cubana de Pinar del Río, quedó 
			probada mediante un estudio realizado en una cooperativa del 
			municipio de San Luis, integrante del llamado macizo tabacalero.
			Del 25 de octubre al 15 de diciembre de cada año se extiende la 
			etapa propicia para las plantaciones, ya que es posible mantener el 
			control de enfermedades como la llamada pata prieta, la necrosis 
			ambiental y el moho azul.
			En este último caso, la práctica en el período óptimo permite que 
			al llegar el momento favorable a la enfermedad, encuentre una planta 
			resistente por estar en una fase fenológica avanzada y con el 50 por 
			ciento de sus hojas recolectadas.
			El método, generalizado en este territorio occidental, posibilita 
			además que la germinación del cultivo no coincida con el primer 
			brote de malezas, pues de sembrar tardíamente se produciría una 
			interferencia intensa en las plantaciones, con repercusión negativa 
			en los rendimientos.
			Además de las siembras adelantadas, la solución al problemade las 
			plagas radica en la búsqueda de medidas integrales, tales como la 
			reintroducción de prácticas culturales, la rotación de cultivos y el 
			laboreo mínimo, indica la investigación.
			La campaña 1998-99 en la cooperativa Leopoldo Troche, donde se 
			efectuó el estudio, respondió a los requerimientos de la etapa 
			propicia, y con un volumen menor de posturas los productores 
			alcanzaron el 66,5 por ciento de capas de calidad exportable, con 
			una elevada eficiencia.
			Pinar del Río, provincia mayor productora de tabaco en el país, 
			aporta a la industria del torcido alrededor del 50 por ciento de las 
			capas que revisten al habano, así como la totalidad de los capotes