A pesar de los daños causados por la criminal política de los 
			gobiernos de Estados Unidos, nuestra Patria, la de Céspedes, Martí y 
			Fidel, no será jamás derrotada ni renunciará nunca a su identidad, 
			su soberanía, su libertad y su Socialismo, ratifica la declaración 
			emitida por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). 
			Los más de 8 300 000 cederistas lo aseguran en cada barrio, en 
			cada cuadra, en cada pulgada de nuestro territorio, recalca el 
			texto.
			Así lo hicieron en las recientes votaciones para elegir a los 
			delegados a las Asambleas Municipales, a las que el pueblo unido 
			asistió consciente de su papel en la verdadera democracia, la 
			socialista, y eligió libre y soberanamente a quienes nos 
			representarán en el gobierno del pueblo y para el pueblo, sin 
			fraudes electorales, robo de urnas a punta de bayoneta, sin 
			propaganda electoral, ni postulaciones de partidos corruptos.
			Fue la concurrencia masiva de los electores a ejercer el derecho 
			al voto, otra fehaciente demostración de que a pesar del bloqueo 
			seguiremos avanzando hacia una sociedad más justa, más plena, más 
			humanista, más solidaria, patriótica e internacionalista que nunca.
			Un imperio como el de Estados Unidos no puede reconocer la 
			soberanía ni el legítimo derecho de un pueblo a decidir su propio 
			destino y a permanecer sin claudicar, por eso persiste en tratar de 
			exterminarnos por hambre y enfermedades, recuerda la Coordinación 
			Nacional de los CDR.
			Muy tempranamente, el 6 de abril de 1960, el Subsecretario de 
			Estado Adjunto para Asuntos Latinoamericanos, expresó las verdaderas 
			intenciones del criminal bloqueo que comenzaba a imponerse, cuando 
			en memorando, discutido con el presidente de Estados Unidos, 
			escribió lo siguiente: "No existe una oposición política en Cuba; 
			por tanto, el único medio previsible que tenemos hoy para enajenar 
			el apoyo interno a la revolución es a través del desencanto y el 
			desaliento, basados en la insatisfacción y las dificultades 
			económicas. Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible 
			para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y 
			suministros a Cuba, para disminuir los salarios reales y monetarios, 
			a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del 
			gobierno".
			Impresiona saber, agrega el documento, que el bloqueo yanki ha 
			causado pérdidas por encima de los 89 000 millones de dólares a 
			nuestra Patria. Esa cifra se ha sentido y se siente cotidianamente 
			en el barrio, en las cuadras, en los hogares cubanos, atacados con 
			más saña después del derrumbe del campo socialista y el posterior 
			incremento del bloqueo auspiciado por el gobierno del señor Bush.
			Tomando en cuenta solo el periodo entre mayo del 2006 y abril del 
			2007, el bloqueo ha ocasionado afectaciones por un monto de 258 
			millones de dólares a la alimentación de los cubanos. Con ese dinero 
			se hubieran podido adquirir alrededor de 180 000 toneladas métricas 
			(tm) de frijol de soya, 72 000 tm de aceite de soya, 300 000 tm de 
			maíz y 275 000 tm de trigo, ilustra el texto.
			Ni el bloqueo, ni las amenazas de guerra, ni las leyes 
			extraterritoriales podrán detenernos. Junto al Partido, a Fidel y a 
			Raúl —concluye la declaración— les decimos una y mil veces: 
			¡NO TENDRÁN JAMÁS A CUBA!
			¡CON LA GUARDIA EN ALTO DEFENDIENDO EL SOCIALISMO!