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Cómo evitar un dolor de cabeza
A partir del próximo 1 de noviembre se comenzará a
exigir el uso del casco de protección tanto al conductor como a los
pasajeros de las motocicletas y ciclomotores de cualquier tipo. No se
permitirán cascos que no sean los previstos para este tipo de
transporte
Gabriel Dávalos y Raúl
López (fotos)
gdavalos@granma.cip.cu
El 72% de las fracturas óseas que se producen en los accidentes de
tránsito va a parar a la cabeza.
Durante el choque ocurren tres tipos de traumatismos: el impacto
directo de la cabeza contra el parabrisas, o el asfalto en el caso de
las motocicletas; los golpes secundarios que se producen a
continuación con otros objetos de la vía o el vehículo; luego,
internamente los órganos del cuerpo impactan entre ellos y contra las
paredes que los cubren. El cerebro choca con la pared craneal.
No
se debe esperar a la fecha límite para usar el casco; se trata de
proteger la vida.
La cabeza humana es la punta de un proyectil: la que recibe el
primer y más fuerte impacto, explica el doctor Alejandro del Cerro,
cirujano máxilofacial con más de 20 años de experiencia atendiendo a
politraumatizados. Él y un equipo multidisciplinario realizan ahora
importantes estudios sobre las causas y condiciones que generan los
accidentes y las lesiones que se derivan.
Luego de producirse los traumas craneales generalmente ocurre un
edema: la inflamación del cerebro. Como el hueso que protege ese
órgano es rígido no hay espacio para que se expanda. El procedimiento
es retirar parte del cráneo; el paciente puede morir, o quedar
limitado de las funciones normales del organismo y padecer secuelas
para toda la vida.
El
doctor Alejandro del Cerro explica cómo ocurre el impacto durante el
accidente.
El viejo cuento del vivo y el bobo. El casco de protección para
motociclistas es una medida de seguridad que puede evitarnos pasar por
todo lo anterior. En este caso, el vivo no es el pícaro, sino el que
aún vive y se protege ante el riesgo; el bobo, quien
irresponsablemente no lo hace o trata de burlar las leyes con cascos
improvisados o impropios.
Las estadísticas de la Dirección de Tránsito de la Policía Nacional
Revolucionaria indican que han disminuido los lesionados desde que se
inició la estrategia vinculada al uso obligatorio del casco. Traducido
a la vida cotidiana significa que ahora son menos las familias cubanas
que sufren las secuelas de las lesiones, o la tristeza de la pérdida
de un allegado.
La red de Comercio Interior puso a la venta cascos de seguridad en
todo el país. Los precios oscilan entre 150 y 200 pesos atendiendo a
los diseños. Hay quienes piensan que esa tarifa se pudiera bajar un
poco más.
Quienes
piden un aventón en moto deben usar casco de seguridad aunque la
distancia que recorra sea breve.
El casco más demandado es el de 150 por motivaciones económicas y
de diseño, dice Yunaisy Grau, dependienta de la tienda Variedades 23 y
10, en la capital. Sin embargo, ese modelo es el que menos protege.
No es moda, sino seguridad. Se debe alternar la estética con la
responsabilidad real de proteger la vida.
Las tallas son otro problema que no debe ser difícil de resolver.
Argelio Arcides Argelís Medina, conductor de una motocicleta, no tuvo
suerte. Du-rante algunos días buscó y solo encontró un casco integral
que le baila en la cabeza. Eso también es un peligro.
Pero eso puede ser solo cuestión de mantener abastecidas las
tiendas. En el pequeño establecimiento de la misma calle capitalina de
23 entre 8 y Montero Sánchez, nunca han faltado las tallas, los
distintos diseños, y una buena variedad de colores, asegura Marisol
Viera, su administradora.
También hay quienes morosamente esperan a última hora para buscar
esa solución necesaria.
A partir del próximo 1 de noviembre se comenzará a exigir el uso
del casco de protección tanto al conductor como a los pasajeros de las
motocicletas y ciclomotores de cualquier tipo (incluidos los llamados
botelleras y botelleros). No se permitirán cascos que no sean los
previstos para este tipo de transporte (de construcción, patinaje o
bicicleta). Se impondrán multas a los infractores.
"El conductor y los pasajeros de las motocicletas deben usar casco
protector o de seguridad debidamente abrochados"; así lo establece el
Artículo 81 del Código de Vialidad y Tránsito.
Quienes habitualmente piden un aventón en moto tendrán que andar
con casco a bordo. Polémico, pero necesario. Piense, cuando ocurre un
accidente en una moto, el conductor se agarra del timón tanto como
resista. Pero el pasajero vuela como un proyectil e impacta contra el
asfalto. El casco a veces no soporta el golpe y se rompe. Imagínese
sin él. Sea el vivo¼ no el bobo. Evítese un
dolor de cabeza. |