El V Congreso Internacional de Lectura, que concluirá hoy en
Cuba, constituye un espacio para la defensa de la pluralidad
cultural, específicamente en el continente americano, ante las
imposiciones del mercado hegemónico del arte.
Así lo demostró la doctora Margarita Mateo, miembro de número de
la Academia Cubana de la Lengua, en su ponencia "Notas al margen de
un texto periférico: la literatura caribeña del siglo XXI", al
cuestionar la centralización del poder editorial a nivel
internacional.
Decidir lo que se publica implica determinar lo que se lee; es
este uno de los mayores peligros para la difusión de los autores y
sus obras en América Latina, donde la falta de editoriales
nacionales y la absorción de estas por grandes empresas, provocan
que la literatura de la región sea desconocida o de la periferia,
señaló le ensayista.
Mateo enfatizó en el caso de Haití, país que a pesar de haber
sido el primero en hacer una revolución en el continente, con una
arraigada tradición intelectual, es el más pobre, y su población,
mayoritariamente analfabeta, no domina el idioma francés, en el cual
son publicados sus escritores.
La también miembro de la Real Academia Española de la Lengua
afirmó a la AIN que las grandes casas editoras interfieren en los
códigos de identidad de los textos al eliminar vocablos en la lengua
autóctona de la nación, como el creole, bajo el pretexto de no
corresponderse con las coordenadas de los países poderosos, donde
está el gran público.
No obstante las carencias, la crítica alegó que la literatura
haitiana contemporánea sigue siendo un baluarte cultural del
continente, en la cual la tradición popular y su carácter real
maravilloso son fuente de creación, que se nutre de clásicos como
Aimé Césaire y Jacques Roumain.
El V Congreso de Lectura se inició el pasado martes, en esta
capital, con la participación de numerosos representantes de casi
una decena de países, para analizar la creación literaria sobre todo
para niños y jóvenes, como formas de resistencia ante los nefastos
efectos de la globalización neoliberal