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Estudiosos de la aviación de combate se interesan hoy sobremanera por
las características del modelo ruso Sujoi-34, cuya calidad elogió esta
semana el presidente, Vladimir Putin, en una sesión interactiva
televisada.
Durante la intervención de más de tres horas ante los
telespectadores de toda la Federación de Rusia, el jefe de Estado
aseguró que el Ejército del Aire ya empezó a incorporar ese ingenio,
el cual, según él, llegará a ser el mejor del planeta.
Esta afirmación categórica centra las miradas en esa nave, a pesar
de que en la misma alocución el jefe del Kremlin informó que
continuará la modernización de los bombarderos estratégicos Tu-160 y
Tu-95 artillados con armas de alta precisión.
Sostuvo, así mismo, que entre 2012 y 2015 será creado e incorporado
a las Fuerzas Armadas un caza de quinta generación de excelente
aviónica. No obstante, especialistas y curiosos concentran hoy sus
indagaciones en el Su-34.
En su segunda fase de pruebas ya en el polígono de entrenamiento de
la ciudad rusa de Lipetsk, y listo para ser incorporado al servicio
operativo, esta nave sintetiza el concepto de avión universal porque
reúne parámetros técnicos difíciles de compaginar.
De un lado, cumple normativas modernas de altas velocidad y
maniobrabilidad, y al mismo tiempo cuenta con una gran carga artillera
y considerable autonomía de vuelo.
El "tanque volante ruso", como le denominan aquí los expertos, es
el heredero de lo mejor de la aviónica militar soviética, pues el
inicio de su diseño se remonta a mediados de los años 80.
Este ingenio ultramoderno incorpora elementos de alta tecnología
como nuevas computadoras de elevada eficacia, indicadores policromados
en cristal líquido y receptores de navegación por satélite.
Así mismo, incluye un nuevo sistema cifrado de comunicaciones,
mayor radio de acción, cabina para dos pilotos y blindaje de 17
milímetros de espesor.
La envidiable potencia de sus motores desplaza un peso (con todo el
armamento y los recipientes de combustible repletos) de 45,1
toneladas, equivalente al de un tanque T-90S o un T-80U, señalan
publicaciones especializadas.
Desde el punto de vista artillero, la carga máxima de su arsenal
llega a los ocho mil kilogramos.
Aun con todo este lastre, el Su-34 alcanza una altura de 15 mil
metros, una velocidad de hasta mil 900 kilómetros por hora y una
autonomía máxima de vuelo (con reserva interna de combustible) de
cuatro mil kilómetros.
La tripulación de dos personas opera un temible arsenal emplazado
en 12 puntos de enganche.
Esta artillería incluye un cañón de 30 milímetros y 150
proyectiles, bombas de aviación, incluidas algunas de corrección,
cohetes "inteligentes" o guiados aire-tierra y aire-aire; vectores no
guiados y bombas de caída libre.
Todas estas características permiten al "tanque volante" combatir
de día o de noche contra objetivos aéreos, terrestres o navales en
misiones individuales o en escuadrillas.
Con igual eficiencia puede operar en condiciones meteorológicas
normales o adversas y en reconocimientos aéreos, así como frente a
interferencias creadas por el enemigo, contramedidas informáticas y
fuego antiaéreo.
La Fuerza Aérea de Rusia incorporará este año seis Su-34, y a
partir de 2008 añadirá hasta 2015 partidas de hasta 10 aparatos, según
informó el portavoz de esa arma, coronel Alexander Drobyshevski.
Al elogiar las cualidades de esta fortaleza volante, el militar
explicó a los periodistas que por su potencia es un bombardero, y en
cuanto a la manejabilidad un caza de primera línea con aviónica
excepcional.
Lo más importante, concluyó el representante del Ejército del Aire,
es la comodidad que ofrece a los tripulantes.