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El bloqueo contra el deporte cubano
Miguel HernÁndez
miguel.hm@granma.cip.cu
Desde el aumento de obstáculos a la participación de las
delegaciones cubanas en competencias y congresos en los Estados
Unidos, incluido Puerto Rico, hasta la adquisición de implementos
deportivos y medicamentos para los deportistas, son episodios del "vía
crucis" en el mundo atlético nacional que "con embargo" se mueve pese
a la política de cerrojo de casi 50 años.
Mario
Granda, director del Instituto de Medicina del Deporte y del
Laboratorio Antidoping.
Una pelota con la calidad con que se juega en el mundo podríamos
adquirirla en los Estados Unidos a cuatro dólares, no obstante debemos
traerla de Asia, específicamente de Japón, a siete. Si tenemos en
cuenta que usamos unas 30 000 bolas como mínimo en una serie, de
comprarla en la nación vecina el ahorro sería de unos 90 000 dólares.
"Por causas como estas, el deporte participativo y de alto
rendimiento dejó de recibir más de un millón de dólares con
afectaciones en eventos como los Juegos Deportivos Nacionales
Escolares, el propio campeonato cubano de béisbol nuestro principal
espectáculo, en la producción de pelotas y otros implementos de
béisbol así como los balones en general, y en el plan de eventos
domésticos e internacionales", comenta Leonidas Lara, director de la
Industria Deportiva.
El
Laboratorio Antidoping adquiere prestigio internacional cada día, pese
a las prohibiciones de Washington.
"Las trabas para obtener tecnologías de punta necesarias para el
desarrollo de la producción actual de artículos deportivos han
producido un estancamiento en el desarrollo tecnológico, presentándose
hoy una real obsolescencia en gran parte del equipamiento productivo y
afectado otros por la carencia de piezas de repuesto", añade el
funcionario de cara a un panorama en el que pese a las dificultades se
hacen malabares para garantizar balones para cada escuela y modestos y
bonitos uniformes para las competencias.
"La prohibición de acceso al mercado estadounidense ha motivado que
la adquisición de productos de diversa índole sea necesario hacerla en
mercados alternativos con utilización de terceros en muchos casos, lo
que incrementa sustancialmente el precio de estos", advierte Mario
Granda, director del Instituto de Medicina del Deporte, y del
Laboratorio Antidoping.
Las
trabas del bloqueo impiden el desarrollo tecnológico de la industria
deportiva.
Los inconvenientes para comprar nutrientes y recuperantes,
reactivos, patrones y piezas de repuesto, y nuevas tecnologías y
recursos necesarios para investigaciones diagnósticas y tratamientos
en correspondencia con los niveles de exigencia del deporte moderno, a
los que no tenemos acceso en los EE.UU., "son situaciones a las que
nos hemos tenido que enfrentar a diario con más fuerza con el
endurecimiento del bloqueo en el último año y que muchas veces no
salen a la luz pública detrás de los grandes triunfos de nuestros
atletas", comenta el médico.
Pese a las dificultades, el Laboratorio Antidoping, reconocido por
el COI y la Agencia Mundial Antidopaje, ha aumentado su prestigio y al
término del 2007 registrará un aumento de solicitudes de federaciones
de otros países y es palpable su resultado en los exámenes de las
delegaciones cubanas: ningún caso positivo en las grandes competencias
de este ciclo olímpico, mientras expertos locales aseguran que el
número de lesiones se ha reducido ostensiblemente en el campamento
olímpico nacional.
Cuba
debe pagar más por las pelotas que se usan en la Serie Nacional.
"La posibilidad de que especialistas norteamericanos y cubanos
participen en investigaciones conjuntas se ha esfumado totalmente",
afirma Arnaldo Rivero, un conocido experto en esta materia en el INDER.
"En el Marabana 2006 no pudieron participar 120 norteamericanos ni
50 puertorriqueños que corrían sistemáticamente en nuestro evento",
informó Carlos Gattorno, organizador del conocido maratón popular
cubano. "Las limitaciones de los viajes de ciudadanos de EE.UU. han
impedido la participación de grupos, clubes y corredores individuales
incluso que son representantes de organizaciones no gubernamentales de
discapacitados y atletas retirados", añade el funcionario quien ya
ultima detalles para una próxima edición.
Alfredo Casañas, director de Relaciones Internacionales del
organismo deportivo, tiene en portafolio sobre su mesa una larga lista
de negativas de visa en todos estos años, casos conocidos, pero hace
hincapié en el último período.
"Como parte del intercambio deportivo entre las federaciones
nacionales de ambos países, la selección nacional de lucha
norteamericana debía arribar en enero para bases de entrenamiento
conjunto, pero no se le concedió la licencia de viaje", señala.
Recuerda, y aclara, que Donald Porter, presidente de la Federación
Internacional de Softbol, pudo finalmente visitar Cuba para la
ceremonia de inducción al Salón de la Fama de un entrenador cubano
pero no en el tiempo y forma que tenía planificado, pues no pudo
viajar directamente desde Miami, pese a radicar en la Florida, y tuvo
que hacerlo por México.
También el Departamento del Tesoro negó el permiso a los ciclistas
norteamericanos a la XXXII Vuelta a Cuba de febrero.
En un caso similar para actos de reconocimientos, el cubano
Guillermo Martínez, miembro del Buró de la Federación Internacional de
Natación, quedó esperando por la visa para estar en la velada del
salón de la fama del polo acuático, en los EE.UU., donde sería
premiado.
"Dentro de dos años son los Juegos Centroamericanos y del Caribe en
Mayagüez, Puerto Rico, y en más de una ocasión hemos trasmitido
nuestra preocupación con este tema de los visados y la garantía de
condiciones para nuestra delegación; hemos recibido con optimismo
respuesta de los organizadores y del presidente de la ODECABE, el
puertorriqueño Héctor Cardona, de que no habrá problemas" advierte
Casañas, quien debe asistir este mes en esa ciudad boricua a la
asamblea general de esa entidad regional.
El funcionario precisa que ya no solo se trata de la negativa de
visas sino de la incertidumbre en torno al permiso de las autoridades
norteamericanas pues son repetidas las largas esperas de los
deportistas en la terminal aérea, a falta de los visados, y afirmó que
se han dado casos esta temporada de delegaciones que han perdido sus
aviones por este hecho, como sucedió con la selección cubana de fútbol
a la Copa Oro en los EE.UU., o de equipos que han decidido partir sin
miembros de su representación como ocurrió con el médico del voleibol
varonil que recibió la autorización del Departamento del Tesoro cuatro
días antes de terminar el torneo en Los Ángeles. |