. — Con la inauguración de la
muestra Epopeya mural, comienzan hoy en México los homenajes al
insigne artista Diego Rivera por el aniversario 50 de su muerte, por
cumplirse el 24 de noviembre próximo.
La exhibición más completa de la muralística de Rivera, con más
de 180 obras, ocupará las ocho salas del Museo del Palacio de Bellas
Artes, en esta capital.
Comparado por igual en su tiempo con Henri Matisse y Pablo
Picasso, el pintor oriundo del estado de Guanajuato fue el inventor
del mural transportable, por lo cual fue posible traer desde lejos
uno de ellos.
Se trata de Gloriosa victoria (1954), considerada estrella de la
exposición, la cual permaneció perdida por más de 40 años en las
bodegas del Museo Pushkin, en Moscú.
Esa obra, descubierta en la capital rusa en 2000, tiene una
característica especial al mostrar en su reverso una pintura
inconclusa de Rivera, que queda al revés.
Juan Coronel contó a la prensa, entre otros aspectos, cómo su
abuelo se percató en 1925 que los murales iniciados dos años antes
en la Secretaría de Educación Pública, y ya terminados, presentaban
grietas.
Ello no era producto, dijo, del "mal aplanado que Rivera hiciera,
sino por el movimiento propio de los edificios" en una zona sísmica
como la de esta ciudad.
Por eso —agregó— buscó que no estuvieran adheridos, y así no
depender de la estructura física arquitectónica.
Entre los 23 tableros transportables exhibidos figuran cinco de
los 21 creados para Retrato de Norteamérica (1933), dirigido a la
New Workers School de la ciudad de Nueva York.
Otro es Girasoles (1942), pintado originalmente para el bar
Ciro's, del hotel Reforma, localizado hace dos semanas en una
colección particular.
De acuerdo con Roxana Velázquez, directora del Museo, Epopeya
mural puede atraer hasta 250 mil personas en dos meses y medio de
exhibición.