Ernesto Nodarse hace sonar a Los Van Van

YAIMARA GONZÁLEZ GASTELÚA

La reacción del público es invariable, siempre sucede lo mismo. Al terminar de escuchar un concierto de la orquesta Los Van Van todos repiten como si fuera un lema obligado: "La verdad es que como suena Van Van no suena nadie. ¡Cómo se oye!"

Juan Formell, director de Los Van Van, junto a Ernesto (derecha) y Javier (izquierda).

Resulta innegable que el éxito se lo debemos a Juan Formell, su director, y a sus tremendos músicos, pero ¿al-guna vez se ha analizado el por qué también Los Van Van suenan así? La respuesta a este fenómeno está en manos de un hombre: Er-nesto Nodarse.

Nodarse es ingeniero de sonido, uno de los mejores de Cuba en la actualidad, lleva 25 años con la agrupación y conoce a la perfección su trabajo. Profesional, amigo y maestro ha sabido enseñarles a todos sus discípulos el arte de colocar los "kilos" cuando haga falta.

Graduado en 1982 del Instituto Tecnológico de Comunicaciones Os-valdo Herrera, Ernesto recuerda que hizo su primer amplificador a los 13 años de edad: "Empecé tocando la guitarra, pero era realmente malo, y sucedió que después me interesó más cómo sonaba que las notas que podía sacarle al instrumento".

Su historia con la orquesta se inicia después de hacerle el sonido en un concierto que ofrecieron en la Plaza de la Catedral de La Habana en 1980; un amigo, Ma-nuel Cobas, le presenta a Formell y Ernesto comienza a trabajar ocasionalmente con el grupo y no es hasta 1983 que, con 29 años, empieza con Los Van Van.

"Nunca creí que fuera tan extensa mi labor aquí, yo pensé que estaría con ellos cinco o seis años para coger experiencia, pero al pasar el tiempo, como el trabajo me gustó tanto comencé a adentrarme cada vez más en este mundo, estudié y me preparé mucho y pienso que estaré no cinco, sino 25 años más y ¼ más".

El hombre que desde 1985 no realiza pruebas de sonido antes de un concierto, tiene la humildad de recordar a dos de sus mejores maestros: "No puedo dejar de mencionar a Ramón Alom y a John Fausti, personas brillantes y conocedoras del oficio que me enseñaron muchísimo".

El maestro Juan Formell opina sobre él: "Ernesto es una tremenda gente, para mí resulta imprescindible. El sonidista se convierte en otro director de la orquesta, porque cuando tú te subes a un escenario, tienes una referencia, pero el público es el que está en la sala y es el que está percibiendo si el sonido es bueno o malo. Él se convirtió en una gente con tanta práctica y con tanto oficio que confío ciegamente en él. En estos momentos yo hago algunas giras, otras no las hago, y yo sé que entre Samuel, que ya también tiene un buen entrenamiento, y Ernesto, los buenos resultados están asegurados".

Nodarse comparte créditos desde hace mucho tiempo con Javier León, con quien ha creado un equipo perfecto y difícil de igualar, con buena química y excelentes resultados en una profesión no siempre bien valorada ni reconocida.

 

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