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La ayuda humanitaria sigue llegando a los miles de damnificados que
dejó el huracán Félix en el noreste de Nicaragua, donde las
autoridades centrales coordinan las tareas de recuperación con los
líderes de las comunidades indígenas.
La organización Plan Internacional, dedicada a fomentar el
desarrollo comunitario, con especial atención a la niñez, anunció este
sábado el envío de otras 150 toneladas de suministros hacia la zona
afectada.
De acuerdo con la representante de Plan Internacional en Nicaragua,
Mariella Greco, la organización brinda apoyo a mil 134 familias de
nueve comunidades misquitas de la Región Autónoma del Atlántico Norte
(RAAN), donde existen, advirtió, otros 63 poblados afectados.
El Ejército de Nicaragua asegura, por su parte, haber trasladado
más de dos mil toneladas de ayuda humanitaria a la RAAN, tras el azote
del huracán el 4 de septiembre pasado.
Félix azotó la empobrecida y relativamente despoblada región,
habitada por indígenas misquitos y mayagnas, con vientos de 270
kilómetros por hora, que lo convirtieron en un meteoro de máxima
categoría cinco en la escala Saffir-Simpson.
Según informes oficiales, el fenómeno natural dejó 102 muertos, 76
desaparecidos y más de 188 mil personas afectadas, además de arrasar
con decenas de miles de hectáreas de bosques de la reserva ecológica
de Bosawás.
La víspera, el representante de Naciones Unidas en Nicaragua,
Alfredo Missair, confirmó haber recibido cuatro de los 39,5 millones
de dólares solicitados a la comunidad internacional la semana pasada,
para apoyar las labores de atención humanitaria en la zona de
desastre.
Los nicaragüenses que habitan en la costa del Pacífico tampoco se
han quedado de brazos cruzados ante la magnitud de la tragedia que
padecen sus conciudadanos del Atlántico, y recaudan ayuda a través de
la Cruz Roja, grupos humanitarios, o por iniciativa personal.