Reid sostuvo ante el Senado que pasaron "1 646 días y noches de
esta guerra" en la cual "1,2 millones de iraquíes han sido asesinados
desde el comienzo de nuestra invasión militar".
Reid es el segundo dirigente estadounidense en hablar de más de un
millón de muertos en Iraq, cifra rechazada por el Pentágono, que
considera inferior la cantidad de personas que perdieron la vida, y
que los soldados norteamericanos caídos son unos 3 800.
El primer funcionario en mencionar más de un millón de muertos en
la nación árabe fue el ex presidente del Banco Central, Alan Greenspan,
quien en su libro The Age of Turbulence: Adventures in a New World
afirmó que la invasión fue motivada por el dominio del petróleo.
Reid habló ante el Senado norteamericano minutos antes de que su
partido volviera a fracasar en su intento de dar un giro a la guerra
de Iraq, mediante el retiro de la mayoría de las tropas
estadounidenses en un plazo de nueve meses.
Antes de la votación, Reid dijo que si el Senado rechazaba la
propuesta de establecer el repliegue, "esta guerra continuará ardiendo
sin final" y las tropas norteamericanas "continuarán atrapadas en el
fuego cruzado de una guerra civil de otro país".
Por otra parte, la embajada estadounidense reanudó el
desplazamiento de convoyes escoltados por la firma Blackwater USA,
pese a que sus guardaespaldas desataron una polémica, al asesinar a 11
civiles.
Otro soldado estadounidense murió y uno resultó herido al
producirse una explosión al norte de Bagdad, según informó este
viernes el alto mando militar de EE.UU.