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Un agujero negro en la cultura del pueblo
norteamericano
Con particular saña la administración de George
W. Bush ha liquidado prácticamente los contactos de los ciudadanos
de EE.UU. con el arte cubano
MICHEL HERNÁNDEZ y PEDRO DE LA HOZ
michelher@granma.cip.cu
pedro.hg@granma.cip.cu
Es casi seguro que los aficionados a la danza clásica en
Washington y Boston, que tienen al Ballet Nacional de Cuba en una
altísima jerarquía, y los seguidores de las presentaciones en vivo
de Los Muñequitos de Matanzas a lo largo de la costa oeste ignoren
que una política sustentada en el odio y la sinrazón les ha vedado
el acceso a esos legítimos placeres del espíritu.
El
bloqueo impide que el Ballet Nacional de Cuba pueda ser apreciado en
escenarios norteamericanos.
El bloqueo, o para decirlo con mayor propiedad, la guerra
económica del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba no solo ejerce
un efecto pernicioso sobre los habitantes de la Isla sino también
atenta contra los derechos culturales de los ciudadanos
norteamericanos.
Esa perversa práctica se ha recrudecido de manera notable desde
que la administración republicana de George W. Bush asaltó el poder,
y en los últimos tiempos ha alcanzado proporciones escandalosas.
Desde
el 2003 Los Van Van no giran por EE.UU. La imagen corresponde a una
presentación en Tampa cuatro años atrás.
En tiempos precedentes, al menos, existieron brechas que
permitieron giras del Ballet Nacional de Cuba y su legendaria líder
Alicia Alonso por prestigiosos escenarios de la vecina nación,
mientras en el Lincoln Center de Nueva York alternaban jazzistas de
uno y otro lado del Estrecho de la Florida, y Los Van Van y NG la
Banda hacían las delicias de los amantes de la salsa en festivales y
salas de baile.
Nada de esto es posible hoy. "Bush liquidó todo. Nada puede ser
peor en términos de intercambio cultural que el gobierno del actual
presidente de ese país", comentó a Granma el ministro de
Cultura cubano Abel Prieto.
James
D. Cockcroft, ensayista: “Cuando se dice Cuba, se dice dignidad”.
Durante el último año fue denegada la visa a seis artistas
residentes en la Isla invitados a las ceremonias de premiación del
Grammy y los Grammy Latinos, por argumentos descritos bajo la
Sección 212 inciso (f), de las regulaciones migratorias de Estados
Unidos, según la cual se proscribe la entrada a ese país a cualquier
individuo cuya entrada resulte perjudicial a los intereses de esa
nación.
También se negó el visado a 15 cineastas cubanos y a otros seis
creadores y especialistas del sector cultural, que debían participar
en festivales y eventos en los EE.UU.
La aplicación capciosa del famoso inciso (f) ya fue denunciada en
su día por Ibrahim Ferrer, cuando ante la interdicción que le
impusiera el Departamento de Estado exclamó perplejo: "Mírenme la
cara a ver si esta tiene algo de terrorista, porque yo lo único que
hago y he hecho es llevar al mundo nuestra cultura".
"Sé de muchos escritores y artistas norteamericanos —precisó Abel
Prieto— que se duelen de esta situación, que sienten como una
agresión a sus derechos esos obstáculos que impiden el encuentro
allá con sus colegas cubanos y no entienden por qué se les prohibe
también a ellos viajar a Cuba".
Hasta el 2000 el portal Afrocubaweb blasonaba de tener la
primicia y la más completa cobertura sobre las presentaciones de
artistas cubanos en ciudades norteamericanas. Ahora se limitan a
informar: si alguien quiere volver a disfrutar de Buenavista Social
Club tendrá que trasladarse a Toulouse, en Francia: Palafrugell, en
España, o Canterbury, en Gran Bretaña. Nunca más, por ahora, en el
Royce Hall, de Los Ángeles, o en el Rialto Center, de Atlanta.
LEZAMA Y VIRGILIO BLOQUEADOS
El efecto contra la propia vida cultural norteamericana de las
acciones punitivas anticubanas de la Casa Blanca puede adoptar
dimensiones delirantes como cuando en octubre del año pasado la
Universidad de California no pudo concretar la publicación de un
libro de poemas de José Lezama Lima sencillamente porque el tinglado
legal del bloqueo impidió la erogación de los derechos de autor.
En idéntica situación se vieron los editores de la revista
Sentence: A Journal of Prose Poetics, de la Universidad Estatal de
Western Connecticut, ante la selección de textos de Virgilio Piñera.
Este mismo septiembre, el XXVII Congreso de la Asociación de
Estudios Latinoamericanos (LASA, por sus siglas en inglés) sesionó
en la ciudad canadiense de Montreal, luego de que el año pasado sus
organizadores decidieran cambiar la sede original fijada en Boston.
Un año antes, al informar sobre las razones del traslado del
evento a territorio canadiense, Félix Masud, copresidente de la
Sección Cuba de LASA y profesor de la Universidad DePaul, en
Illinois, dijo que era "imposible concebir un Congreso de nuestra
asociación sin la participación de los académicos cubanos, por la
riqueza, diversidad y amplitud de sus contribuciones; por eso nos
vamos a Montreal, donde las autoridades de Estados Unidos no podrán
denegar visas ni sabotear las conferencias".
TANTAS VOCES NO ESTÁN EQUIVOCADAS
Calificado por el célebre cineasta Steven Spielberg como "algo
tan anacrónico como un gruñón en el siglo XXI", cada vez se siente
con mayor fuerza el eco de las voces que en los propios EE.UU.
claman por el cese del bloqueo impuesto por las administraciones de
ese país contra el nuestro.
El pasado 23 de junio 27 filósofos y científicos sociales
procedentes de universidades norteamericanas, que a duras penas
consiguieron licencias del Departamento del Tesoro para viajar a la
Isla y dialogar con sus colegas, emitieron una declaración de
"condena a la arrogante beligerancia del gobierno de George W. Bush
hacia Cuba".
Consultado por Granma en febrero pasado sobre el tema, el
prestigioso ensayista y académico estadounidense James D. Cockcroft
declaró: "La dignidad no es una abstracción, es liberar al ser
humano de toda clase de humillación y desatar su potencialidad
creadora, y cuando se dice Cuba, se dice dignidad. Pienso que esa es
la verdad que los gobernantes de mi país no quieren que se sepa. Es
más útil a sus intereses de dominación impedir que mis conciudadanos
conozcan la explosión creadora que tiene lugar en la sociedad
cubana".
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